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El sistema financiero mexicano se encuentra en uno de sus momentos más delicados. La reciente intervención del gobierno federal a Cibanco y Vector Casa de Bolsa, anunciada la semana pasada, buscaba transmitir calma y proteger a los ahorradores, tras la acusaciones de EU de lavado de dinero por nexos con el narco; sin embargo, el efecto ha sido el contrario: grandes fideicomisos y fondos comienzan a retirarse, alimentando el temor de una posible quiebra bancaria.
De acuerdo con Carlos Mota, periodista especializado en economía y finanzas, columnista del Heraldo de México y titular de Desnegocio en ADN 40, esta situación revela un profundo golpe a la confianza.
"Empezamos a ver desde el viernes pasado cómo algunas instituciones han decidido cancelar el contrato fiduciario que tienen con Cibanco", explicó. Entre los primeros en salir se encuentran Fibra Inn, especializado en bienes raíces del sector hotelero y turístico, y Terrafina, otro fideicomiso inmobiliario que también optó por buscar un nuevo fiduciario.
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Al borde del colapso: bancos mexicanos podrían quebrar
El detonante de esta crisis fue la intervención oficial, ocurrida un día después de que la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) decidieron tomar control administrativo de Cibanco.
Según Mota, estas medidas lejos de calmar a los grandes clientes, han intensificado las salidas. "La confianza que debería transmitir el nuevo administrador, en este caso el gobierno, pues no necesariamente está cuajando al 100%... Estamos viendo que la evaluación del riesgo que hacen las instituciones ante la amenaza del Departamento del Tesoro es tan grande que mejor prefieren irse", subrayó.
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El periodista advirtió que la salida masiva de recursos representa un escenario extremadamente riesgoso. "Si pasara eso de manera totalmente masiva, todos los clientes se van, todo el mundo quiere retirar su dinero, su fideicomiso y tal, bueno, pues estas instituciones podrían quebrar", enfatizó Mota.
La situación se complicó aún más tras la intervención del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que emitió una orden de no realizar negocios con las instituciones mexicanas señaladas, lo que derivó en una respuesta inmediata del Banco de México: "El Banco de México le cerró el SPEI, el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancario, de manera abrupta... dijeron esto es grave, y para evitar una corrida, se cierra el SPEI durante algunas horas", narró Mota.
¿Más instituciones están en la mira?
Otro factor que mantiene en vilo a la banca mexicana es la posibilidad de que existan más instituciones bajo la mira de las autoridades estadounidenses. "Hay varios que me han dicho que otras muchas instituciones podrían estar involucradas o siendo señaladas. Es muy difícil estimar cuántos más podrían ser", apuntó.
Finalmente, Mota cuestionó la capacidad real del sistema bancario para supervisar cada transacción internacional, dado que los bancos trabajan con miles de clientes en todo el mundo. "Se vuelve un terreno muy fangoso decir si el banco o todos estos bancos son responsables de todo lo que hicieron todos los clientes... Básicamente estamos al arbitrio de lo que quiera decidir el Departamento del Tesoro", advirtió.
El escenario para Cibanco y otras instituciones involucradas es crítico: el éxodo de grandes fideicomisos podría detonar un efecto dominó que termine por colapsar estructuras financieras enteras. Por ahora, la confianza pende de un hilo.
