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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Laura Manzo, periodista, colaboradora de Opinión y El Universal en TEL AVIV, Israel, mencionó todo sobre la escala con rapidez el conflicto bélico entre Israel e Irán.
Manzo relató en primera persona cómo ha sido vivir en carne propia los recientes bombardeos y las medidas de seguridad impuestas en la región.
“Yo venía a hacer una chamba sobre mujeres y seguridad en Israel, no esperaba estar aquí durante un ataque”, confiesa Laura luego de que Israel lanzara misiles hacia Irán en respuesta a agresiones previas, lo que provocó una reacción inmediata y masiva.
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¿Cómo fue el momento del ataque?
Según su testimonio, la alarma sonó a las 2:57 de la madrugada. Tres minutos después, comenzó el contraataque. “Aquí están acostumbrados a vivir con esas sirenas, pero dicen que nunca habían vivido algo de esta magnitud”, afirma. Desde entonces, permanece en un refugio subterráneo, junto con aproximadamente 150 personas, en una sala de 20 por 20 metros. "Hace mucho calor", dice.
El conflicto ha paralizado al país y dejado a miles sin posibilidad de salir. “El aeropuerto está cerrado. Si tu vuelo no es de El Al, la aerolínea nacional, es muy difícil que puedas salir”, explica. A eso se suma la incertidumbre constante: “La alarma te dice cuándo salir del refugio, pero también te indica que no te alejes mucho”.
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¿Ha recibido apoyo de las autoridades mexicanas?
La periodista también compartió que la embajada mexicana ha comenzado a contactar a los connacionales. “Piden tu pasaporte, teléfono, correo. No hay repatriación, solo están haciendo una lista para saber quiénes estamos aquí”. Laura señala que conoce al menos a otros dos mexicanos en una situación similar.
Lo que más la ha impactado, dice, es “ver la ciudad bombardeada, escuchar las explosiones”. Aunque la población local intenta mantener la calma, para los extranjeros la experiencia ha sido muy distinta. “En México estamos acostumbrados a otro tipo de amenazas, no a esto”.
Hasta el momento, la situación sigue siendo incierta y peligrosa. “Esperamos que esto termine pronto, no solo para los mexicanos que estamos aquí, sino para el mundo entero”, concluyó.