Audio relacionado
En uno de los movimientos más intensos del conflicto en Medio Oriente desde el ataque de Hamas a Israel en octubre de 2023, el ejército israelí llevó a cabo una operación quirúrgica dentro del territorio iraní para desmantelar parte significativa de su programa nuclear.
Según explicó el analista político Ezra Shabot en entrevista con MVS Noticias, esta ofensiva no habría sido posible sin la coordinación y el respaldo estratégico de Estados Unidos, un actor cada vez más involucrado en la contienda, aunque con cautela.
La operación comenzó tras un largo periodo de preparación que, de acuerdo con Shabot, llevaba en marcha ocho meses. En ella participaron agentes del Mossad, los servicios de inteligencia israelíes, que se infiltraron en Irán y lanzaron drones desde una base encubierta en el sur del país. El ataque tuvo como objetivo tanto la infraestructura nuclear como al personal científico y militar responsable de operarla.
Te podría interesar
“Lo que hicieron fue básicamente operar desde el interior de Irán. Los agentes del Mossad lanzaron una serie de drones que terminaron por aniquilar prácticamente a todo el liderazgo de la Guardia Revolucionaria… también acabaron con toda la estructura científica”, explicó Ezra Shabot.
Además del ataque en territorio iraní, el conflicto escaló en varios frentes. Irán respondió lanzando más de 100 drones hacia Israel, sin lograr impactos significativos, en parte debido a la sofisticada defensa aérea israelí.
Te podría interesar
Estados Unidos: el respaldo tras bambalinas
Aunque el expresidente Donald Trump ha intentado mantener una postura ambigua, Shabot señala que Washington jugó un papel clave en la operación. Aunque no hubo tropas estadounidenses en el terreno, sí existió una coordinación directa en inteligencia, logística y supervisión.
“Esta acción israelí se dio con la colaboración de los Estados Unidos. No hubo tropas ni apoyo en campo, pero sí coordinaron, manejaron y vigilaron toda la operación. Incluso Francia está participando en el respaldo militar a Israel”, detalló Shabot.
Este tipo de participación, advierte, complica el discurso de neutralidad estadounidense. Incluso, Trump habría enviado un mensaje a Irán negando su participación directa, a pesar de haber dado luz verde tácita a Israel.
“Trump le dice a Irán: ‘Yo no fui, yo no tuve nada que ver’. Es lo mismo que hacía Irán cuando sus aliados atacaban: decir que actuaban por cuenta propia. Es absurdo, pero es parte de este juego diplomático”, comentó el analista.
Un eje de poder debilitado
La ofensiva israelí también dejó al descubierto el debilitamiento del eje iraní en la región. Las milicias aliadas como Hezbollah en Líbano y los hutíes en Yemen han perdido capacidad operativa o están completamente desarticuladas, mientras que Siria ha dejado de representar un apoyo efectivo.
“El eje iraní que controlaba la zona está deshecho. Solo quedan los hutíes en Yemen. Irán perdió el control político, militar y científico que pretendía establecer como hegemonía regional”, puntualizó Shabot.
El futuro de la guerra en Gaza: condicionado al conflicto con Irán
Según el analista, existe presión por parte de Estados Unidos para que Israel cierre el capítulo de Gaza, sobre todo si busca mantener el apoyo internacional en la ofensiva contra Irán. No obstante, la existencia de 20 rehenes vivos y decenas de cadáveres en poder de Hamas ha impedido una incursión más agresiva en la Franja.
