'Sedena reconoce en oficios internos que tiene un problema de violencia machista': Zorayda Gallegos

En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Zorayda Gallegos, periodista de investigación independiente, habló sobre ser mujer en el Ejército implica enfrentar violencia machista con impunidad, en 12 años sólo el 3 por ciento de las denuncias han terminado en sentencia.

"Publicamos esta investigación donde damos a conocer estas escasas sentencias por delitos sexuales, y otra cosa importante es que las escasas sentencias son justamente en contra de soldados de bajo rango, cuando se trata de generales o tenientes coroneles, o coroneles, estructura de mayor jerarquía, pues es muy difícil llevarlos a prisión", dijo.

Comentó que hay muchos obstáculos en el sistema de justicia militar que enfrentan las mujeres, porque es un sistema de justicia militar con jueces, magistrados, abogados militares que en su mayoría son hombres.

Mujeres enfrentan un sistema machista en denuncias contra militares 

Mencionó que cuando el caso llega a ser judicializado, las mujeres enfrentan argumentos sexistas, revictimizantes, casi las culpan a ellas de haberlas violado.

Contó que en un caso, a una mujer la violan en el asiento trasero de un coche, y uno de los jueces argumenta que por qué no pateó más para defenderse, por qué no se defendió mejor de su agresor. 

Explicó que una de las diferencias que ocurre con las violencias en otros ámbitos es que las mujeres se someten a un entrenamiento militar, en que el dogma principal es la subordinación, la obediencia, acatar órdenes; entonces cuando tienen a un superior que les pide que caminen hacia su oficina, lo tienen que hacer. 

"Ya lo que pase ahí adentro, ya queda fuera del ámbito de estas chavas", expresó.

Indicó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconoce dentro de sus oficios internos que tiene un problema de violencia machista.

Zorayda Gallegos añadió que la Sedena ha intentado resolver con cámaras de vigilancia en los dormitorios, prohibir el ingreso de hombres a los dormitorios de mujeres, pero no han logrado reducir las cifras.