Audio relacionado
En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, el periodista Ezra Shabot habló sobre los casos los desafíos que enfrenta Morena tras el caso de Cuauhtémoc Blanco.
En medio de la presión política, el caso del desafuero de Cuauhtémoc Blanco se ha convertido en un símbolo de las tensiones internas en Morena y de los dilemas que enfrenta el gobierno federal.
La disputa no solo abarca temas de poder y justicia, sino también cuestiones cruciales como la violencia de género y la presunción de culpabilidad en actos de corrupción, lo que lo convierte en un tema de alto impacto para la política mexicana.
Te podría interesar
La complicidad y la protección de los aliados políticos
La perspectiva del periodista Ezra Shabot se muestra pesimista sobre el futuro del proceso: "No tenemos una bola mágica, pero si tú me apostaras, apostaría que no pasa. No lo van a llevar al proceso de desafuero", afirmó Shabot. A pesar de la gravedad de las acusaciones, Shabot considera que la "complicidad mutua" entre ciertos sectores del partido Morena podría bloquear el avance de la votación.
Según Shabot, "hay una especie de complicidad que va fundamentalmente desde el hecho de que alguien se asuma como un militante de Morena o aliado de Morena para que cualquier tipo de abuso que haya cometido, finalmente se le perdone". Este comentario refleja la creciente preocupación de que la lealtad al partido y sus aliados políticos prevalezca sobre la justicia, lo que podría terminar favoreciendo a Cuauhtémoc Blanco.
Te podría interesar
El juego de poder dentro de Morena
En este contexto, la discusión toma un giro hacia el impacto que podría tener una eventual decisión en las mujeres dentro del partido. Shabot argumenta que, si finalmente las mujeres de Morena logran que se acepte el desafuero, podría abrir "la cloaca de una serie de abusos" cometidos en el pasado, dejando al descubierto prácticas que de otra manera habrían quedado impunes. "Es algo así como destapar la cloaca de una serie de abusos que se dieron en el pasado", expresó el periodista.
Sin embargo, la lucha no es solo entre feministas y los partidarios de Cuauhtémoc Blanco. También se trata de un juego de poder dentro de Morena, donde se han identificado tensiones entre los liderazgos del partido. Shabot explica que, aunque la presidenta Claudia Sheinbaum tiene una postura clara sobre el tema de género y los derechos de las mujeres, otros miembros del partido se oponen a sus propuestas. "Una cosa es lo que decida la presidenta y otra cosa muy distinta son los otros liderazgos de Morena, que han tenido una visión distinta y hasta obstruccionista con respecto a lo que quiere Sheinbaum", señaló.
El dilema es claro: Si Morena apoya a Cuauhtémoc Blanco, podría verse como un obstáculo para la lucha contra la impunidad, algo que afecta directamente a la credibilidad de la Cuarta Transformación. "Esto, si lo ligamos a todo el resto del contexto nacional, parece que estamos ante esta tendencia política que lo que nos dice es lo que podamos tapar es lo que nos va a permitir mantener la unidad", explicó Shabot. Con un tema tan controvertido, la decisión que tomen los diputados podría sentar un precedente para el futuro del partido.
Una decisión clave para el futuro de Morena
Finalmente, el desafío de Cuauhtémoc Blanco no solo es una cuestión política; es una cuestión de responsabilidad frente a la sociedad. Según Shabot, la votación no solo influye en el futuro de Blanco, sino también en el de la propia Morena y su relación con los derechos de las mujeres. "Es una decisión clave no solo por el evento, sino por la responsabilidad que tiene la propia presidenta en este tema de género, discriminación y golpeo", concluyó.
Este caso podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se gestionan las disputas internas dentro de Morena y la Cuarta Transformación, pero también pondrá a prueba el compromiso del gobierno con los principios de justicia y equidad.