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En entrevista para MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Jonathan Lomelí, periodista del estado de Jalisco y columnista de El Informador, habló del modus operandi que han encontrado los grupos criminales para reclutar jóvenes a través de redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp.
El reclutamiento de jóvenes por parte del crimen organizado en México ha encontrado en las redes sociales un canal efectivo para atraer nuevos miembros. A través de plataformas como Facebook, Instagram y WhatsApp, estos grupos delictivos ofrecen falsas oportunidades laborales y manipulan a personas en situación de vulnerabilidad para sumarlas a sus filas.
El modus operandi: Entre el engaño y la necesidad
Jonathan Lomelí, periodista jalisciense y columnista de El Informador, ha documentado cómo operan estos grupos. "Ellos tienen dos modalidades. Una está basada en el engaño a través de mensajes en redes sociales", explica Lomelí. Los delincuentes publican ofertas de empleo para supuestos trabajos como escoltas, guardias de seguridad o encuestadores. Sin embargo, una vez que las víctimas llegan al lugar de la "entrevista", son privadas de su libertad y obligadas a trabajar para el cártel.
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Además, el reclutamiento también se da de forma "voluntaria", aunque esto es cuestionable, ya que se dirige a jóvenes en situación de precariedad. "Yo no sé si puede ser voluntario o no elegir entre la pobreza y el crimen", reflexiona Lomelí. Según sus investigaciones, existen grupos de Facebook con miles de miembros activos donde se promueve el ingreso a estos grupos delictivos a cambio de un sueldo de 8,000 pesos mensuales, entrenamiento y alimentación.
El papel de las autoridades: omisión y encubrimiento
Las autoridades estatales han tratado de minimizar el problema. En Jalisco, el exgobernador Enrique Alfaro negó reiteradamente la existencia de estos reclutamientos. "Era imposible que el gobernador estuviera negando la existencia de un reclutamiento forzado y voluntario masivo", señala el periodista. A pesar de la evidencia documentada, la Fiscalía del Estado ha calificado muchos de estos casos como "ausencias voluntarias", revictimizando a las familias y evitando profundizar en las investigaciones.
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En 2023, se identificaron al menos 40 casos de personas desaparecidas que podrían estar vinculadas a esta práctica. "Lo que ocurrió el año pasado es que llamaron 'ausencias voluntarias' a desapariciones forzadas y ya no investigaron más", denuncia Lomelí.
Un problema estructural
El crimen organizado se ha convertido en uno de los mayores empleadores del país. Un estudio de 2022 estimó que entre 160,000 y 185,000 personas trabajan para estos grupos, superando incluso a empresas como OXXO. "El cártel necesitaba alrededor de 65 nuevos miembros semanales para poder operar", explica Lomelí, relacionando estas cifras con el número de desaparecidos en Jalisco durante el sexenio pasado.
Ante esta situación, es urgente que las autoridades reconozcan el problema y tomen medidas efectivas para frenarlo. De lo contrario, miles de jóvenes seguirán cayendo en las redes del crimen organizado.