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El anuncio de nuevos aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos ha generado incertidumbre en el sector industrial mexicano. En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el doctor en Economía y profesor del ITAM, Sergio Negrete, advirtió sobre las repercusiones que esta medida podría tener en la economía nacional.
"Ya se vivió y efectivamente no nos hundió en una recesión, ni mucho menos, pero pega, eso está fuera de toda duda", afirmó Negrete.
Explicó que México es un productor y exportador clave en la industria del acero y aluminio, y aunque existen acusaciones sobre triangulación de productos provenientes de China, "no es algo que haga a propósito" el país.
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El economista reconoció que Donald Trump tiene cierto fundamento en sus preocupaciones sobre la reexportación de acero chino a través de otras naciones.
"Ahí sí hay un punto, ahí Trump le pone bastante razón, de que les pone impuesto a los chinos y lo terminan enviando por otros países, también Vietnam", señaló.
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¿Cómo impactarán los aranceles al acero y aluminio?
Sin embargo, aclaró que el impacto de estos aranceles no será el mismo para todos.
"En el caso del aluminio en México no es tan importante, al que le pega es a Canadá, que sí exporta una cantidad significativa a Estados Unidos”, dijo.
Uno de los sectores más afectados será el automotriz, que depende en gran medida de estos materiales.
"Un automóvil es un consumidor voraz de acero, ahí sí nos pega a todos, nos perjudica a todos, excepto al gobierno estadounidense, que recauda más impuestos", detalló Negrete.
Además, descartó que la estrategia de Trump para impulsar la manufactura estadounidense mediante aranceles tenga un efecto inmediato.
"Esto es un sueño guajiro de Donald Trump, van a venir las industrias y se van a poner aquí, es algo que toma años, no es que seas una tiendita y te pongas ahora del lado gringo”, mencionó.
Sobre la posibilidad de que México reciba un trato especial para evitar los aranceles al acero y aluminio, Negrete fue escéptico.
"No es que esté seleccionando ciertos países, que en México sería lo natural para permitir la entrada libre. Le pega más al consumidor estadounidense, ya no solo va a encarecer el tema de los automóviles, a menos que usen por completo acero estadounidense”, añadió.
No obstante, consideró que la capacidad productiva de Estados Unidos no es suficiente para suplir la demanda interna.
"El gran beneficiario es ese productor estadounidense, por lo limitado que sea. Y el resto, el productor de Estados Unidos, el que compra acero de cualquier parte del mundo, de Brasil, de Canadá, de Vietnam, se va a ver afectado porque es parejo este arancel”, agregó.
Con este panorama, México enfrenta un nuevo desafío en su relación comercial con Estados Unidos. La implementación de los aranceles al acero y aluminio impactará no solo a la industria nacional, sino también a los consumidores en ambos países.