Audio relacionado
En entrevista para MVS Noticias con Adrián Jiménez, Nitzia Díaz, hermana de Abril Díaz, víctima de la explosión de una pipa de gas ocurrida en el Puente de la Concordia, en la alcaldía Iztapalapa, expresó su frustración luego de que el Gobierno de la Ciudad de México confirmara que ya identificó al responsable del siniestro y que algunas familias han recibido indemnización; sin embargo, aseguró que no todos los afectados han sido reparados, incluido su núcleo familiar.
“Es mentira que a todas las familias se les haya reparado”, afirmó Nitzia, al señalar que, pese a que han transcurrido más de tres meses de la tragedia, su familia no ha logrado llegar a un acuerdo con las autoridades.
Abril Díaz, madre de cuatro hijos, se encontraba buscando empleo al momento del accidente. Desde entonces, Nitzia y su madre asumieron la responsabilidad del cuidado de los menores.
Te podría interesar
“Queremos que nuestros sobrinos estén pensionados de por vida, que se les paguen las escuelas. No se me hace justo que, por la falta de su mamá, dejen de tener lo que necesitan para vivir”, expresó.
Explosión en Iztapalapa: impacto emocional y exigencia de justicia
Durante la conversación, Nitzia relató que la tragedia transformó por completo la dinámica familiar. “Ha cambiado mucho la vida, porque ahora tres de nosotros tuvimos que hacernos cargo de cuatro niños”, explicó. Ante el impacto emocional, su abogado solicitó terapias psicológicas para los menores.
Te podría interesar
Sobre la respuesta de las autoridades, la hermana de la víctima fue contundente: “Si tuviera a las autoridades frente a mí, les diría que se hagan responsables. No solo se trata de dinero, se trata de lo que mis sobrinos perdieron”.
Aunque se ha mencionado un monto global de hasta 500 millones de pesos para la reparación del daño, Nitzia aseguró que su familia se siente excluida del proceso de indemnización. Añadió que algunas familias han aceptado acuerdos desfavorables ante el desgaste de un proceso legal prolongado.
El caso de Abril Díaz refleja cómo las consecuencias de una tragedia van más allá de lo económico y afectan a las siguientes generaciones. Mientras tanto, su familia continúa la lucha por justicia, reparación integral y dignidad para los menores que quedaron en orfandad.