Audio relacionado
La salud mental de los jóvenes mexicanos atraviesa una crisis silenciosa. Así lo revela un reciente informe de UNICEF sobre la generación Z, cuyos resultados fueron discutidos en entrevista con Aurore Brossault, especialista en salud mental y apoyo psicosocial del organismo en México, para MVS Noticias con Ana Francisca Vega.
El estudio, realizado en varios países, retrata lo que muchos intuían pero pocos habían medido: el peso emocional que enfrentan las nuevas generaciones ante un entorno saturado de información, violencia y crisis globales. En México, las cifras son especialmente preocupantes.
“UNICEF acaba de retratar algo que muchos intuíamos, pero que pocos habían medido: el estado de salud mental de la generación Z”, explicó Brossault. “Lo que encontramos en México es un llamado a la acción. Revela una emergencia silenciosa”.
Te podría interesar
Según los datos del informe, el 72% de los jóvenes en México se sienten abrumados por la exposición constante a noticias e información, lo que genera un agotamiento emocional profundo. “Lo que antes informaba, ahora abruma”, apuntó la especialista. “No procesan solo la información, sino que la padecen. Podemos concluir que es una generación quizás la más conectada, pero también la más sola frente a esta carga emocional”.
Crisis múltiples y una generación sin memoria de paz
La especialista subrayó que los jóvenes mexicanos han crecido en un contexto marcado por crisis simultáneas: violencia, conflictos sociales, crisis climática y un entorno digital que multiplica la ansiedad.
Te podría interesar
“Vivimos un tiempo de crisis múltiples. Es una generación que jamás ha visto un país en paz”, recordó. “La violencia tiene un impacto directo en cómo nos sentimos, cómo pensamos y cómo vemos el futuro”.
El estudio también muestra que México lidera entre los países encuestados en número de jóvenes que afirman necesitar ayuda con su salud mental, y la mitad de ellos reconoce que no sabe cómo obtenerla.
“La mitad de los jóvenes encuestados dicen que necesitan una ayuda”, señaló. “Ahí lo conectamos con la tasa de suicidio del país. En tres décadas, entre 1990 y 2020, se triplicó la tasa de suicidio entre jóvenes: pasó de 3.2 a 9.6 por cada 100 mil habitantes. Hoy es la tercera causa de muerte juvenil”.
Un llamado urgente a la responsabilidad colectiva
Para la especialista, estos datos deben tomarse como una advertencia seria y una responsabilidad compartida entre gobierno, medios, sector privado y familias.
“Tenemos una responsabilidad colectiva. Lo que nos está diciendo la generación Z está claro: el sistema les está fallando. No funciona”, enfatizó Aurore Brossault.
La especialista de UNICEF reconoció que existen esfuerzos institucionales, como la reciente campaña de prevención del suicidio impulsada por la Comisión Nacional de Salud Mental, pero advirtió que no deben ser pasos aislados.
“Tenemos que tomarlo no solo como un problema individual, sino verlo como una responsabilidad colectiva”, sostuvo. “En particular, papás, mamás y personas cuidadoras debemos dejar de descalificar el sufrimiento de los jóvenes, validar sus emociones y acompañarlos. La salud mental no es un lujo ni un privilegio; debe ser un derecho que el Estado y la sociedad garanticen a todas las personas, y por el momento, no se cumple en el país”.