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El subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark, aclaró que el nuevo Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a refrescos, bebidas light y productos cero no tiene fines recaudatorios, sino una meta sanitaria: reducir el consumo de azúcar en México, uno de los países con mayor ingesta de refrescos en el mundo.
Durante una entrevista en MVS Noticias con Ana Francisca Vega, Clark explicó que el gobierno espera que el consumo de bebidas azucaradas disminuya entre 5 y 7% en el primer año de aplicación del impuesto, un comportamiento similar al que se registró hace una década, cuando se implementó la primera versión del IEPS en 2014.
“Tenemos estimado que podemos ver una reducción en aproximadamente un año de entre cinco y siete por ciento. Esto va muy en línea a la que vimos hace once años, cuando se implementó el IEPS originalmente, que fue una reducción que llegó en dos años a cerca de ocho por ciento”, señaló Clark.
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El funcionario subrayó que, aunque la cifra pueda parecer modesta, su impacto en salud pública es significativo, considerando que México encabeza el consumo global de refrescos.
“Cuando ves que México es el país con el mayor consumo de refresco del mundo, siete por ciento la verdad es que es algo sustantivo y que puede cambiar varios desenlaces en salud”, apuntó.
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Obesidad, diabetes e hipertensión presionan al sistema de salud
Clark reconoció que México enfrenta una crisis de salud pública que lleva más de tres décadas agravándose, con un aumento constante en casos de obesidad, diabetes, hipertensión y falla renal crónica.
“Cada año tenemos más personas con obesidad, más personas con diabetes, más personas con hipertensión, y más personas con falla renal crónica”, advirtió.
El subsecretario explicó que estas enfermedades representan una carga económica creciente para el sistema de salud. Solo el IMSS destina cerca del 20% de su presupuesto total —más de 110 mil millones de pesos al año— para atender estos padecimientos.
“El Instituto Mexicano del Seguro Social tiene un presupuesto de unos 450 mil millones de pesos al año. Más de cien mil, como ciento diez, se gastan en tres enfermedades: diabetes, hipertensión y falla renal. Si la curva no va a la baja pronto, son cosas que van a terminar tronando el sistema”, sostuvo.
Acuerdo con refresqueras: 30% menos azúcar en un año
El subsecretario reveló que la industria refresquera mexicana se comprometió a reducir en 30% el contenido de azúcar en sus productos durante el próximo año, como parte de un acuerdo voluntario derivado de las negociaciones con la Secretaría de Salud.
“Creo que la industria refresquera tiene claro que no quiere volverse el tabaco. Esto es un buen paso de la industria en su totalidad: entender que tienen que hacer lo que llamamos reducción de daño”, explicó.
El funcionario detalló que esta reformulación permitirá disminuir significativamente el impacto del consumo de bebidas azucaradas:
“La idea es que, en general, las refresqueras se comprometan a que el mismo refresco que te tomas tenga 30 por ciento menos azúcar. Si alguien toma una coca al día, sería el equivalente de pasar de 30 a 20 cocas al mes en azúcar. No es que esté bien, pero sí va reduciendo el daño.”