La investigadora del Ceneval y exintegrante de MejoraEdu, Cecilia Kissi Guzmán, advirtió en entrevista con MVS Noticias, que México podría estar ante “el último ejercicio robusto” de evaluación educativa nacional, tras la publicación de los más recientes resultados diagnósticos que miden el desempeño académico de niñas, niños y adolescentes.
La especialista explicó que estos ejercicios son fundamentales para conocer el estado real del sistema educativo y trazar rutas de mejora. Sin embargo, alertó que la desaparición de organismos dedicados a la evaluación pone en riesgo la continuidad de herramientas confiables y objetivas.
“Tal vez nos estamos enfrentando, al menos a mediano plazo, al último ejercicio robusto, sistemáticamente correcto, de una evaluación nacional que permita dar cuenta del estado que guarda la educación en nuestro país”, señaló.
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Kissi Guzmán subrayó que los resultados difundidos deben leerse con cautela, pues no representan una “reprobación generalizada”, sino niveles de desempeño que muestran áreas de oportunidad.
“Cuando leemos esta nota de reprobación, en realidad está haciendo referencia a aquellos estudiantes que no alcanzaron el máximo desempeño. Pero esto no quiere decir que el resto esté reprobado o no sepa hacer nada”, explicó.
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La investigadora recordó que la evaluación mencionada se diseñó bajo un enfoque formativo, no punitivo, y que no se trató de exámenes tradicionales, sino de ejercicios contextualizados a distintas regiones del país.
“Es una evaluación que tuvo el esfuerzo de presentar situaciones problemáticas contextualizadas a diferentes sectores del país, donde participaron alrededor de 20 entidades federativas tanto en la selección como en el diseño de la prueba. En el país no había habido un ejercicio de esta naturaleza.”
Falta de políticas públicas
Kissi Guzmán también puso sobre la mesa un problema estructural: la falta de independencia para evaluar políticas públicas desde dentro del mismo gobierno.
“Cualquier gobierno que plantee una solución a un problema y que esté encargado de evaluar esa misma solución no tiene muchos incentivos para ser realista. Por eso existían los organismos autónomos, precisamente para evitar el maquillaje de cifras y garantizar herramientas de mejora.”
Finalmente, la especialista enfatizó que la evaluación no puede quedar al arbitrio de cada institución o escuela, ya que debe mantenerse como un proceso nacional que asegure comparaciones justas y rinda cuentas sobre el derecho constitucional a una educación de calidad.
“La evaluación es un proceso indispensable de todo el fenómeno educativo. La solución no puede ser que cada quien evalúe como quiera, porque entonces todos vamos a decir que estamos muy bien, cuando la realidad es que necesitamos una mirada calificada que nos diga en dónde estamos y hacia dónde avanzar.”
