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En entrevista para MVS Noticias con Diana Alcaraz en ausencia de Luis Cárdenas, Gabriel Regino, abogado penalista, habló sobre la prisión preventiva.
"Una de las implicaciones más serias de la prisión preventiva es que, en lugar de ser una medida cautelar, se convierte en una figura procesal punitiva", explicó Regino. "Comienza a operar antes de que una persona sea declarada culpable, lo que vulnera el principio fundamental de presunción de inocencia", añadió. El abogado también destacó que la reforma actual ha ampliado los delitos para los que se aplica esta medida, lo que incrementa la preocupación sobre su abuso.
¿Qué implica la prisión preventiva?
Regino señaló una de las modificaciones más controvertidas en la reforma: "Se prohíbe la interpretación de la norma constitucional, incluso cuando existen tratados internacionales que la anulan. Esto también elimina la posibilidad de recurrir a un amparo, algo muy grave, ya que se pierde la defensa", comentó. Esta modificación, según el experto, no formaba parte de la propuesta original del Ejecutivo, sino que fue añadida por la Cámara de Diputados, lo que generó aún más polémica.
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Uno de los puntos clave que Regino abordó fue la problemática de la facturación falsa. "No nos negamos a sancionar estas conductas, pero la solución no pasa por meter a prisión a todas las personas involucradas. No se establece un monto específico, lo que permite que la Fiscalía decida que alguien vaya a la cárcel, incluso por una cantidad mínima, como 100 pesos", explicó. Este enfoque, indicó Regino, no resuelve el problema y refleja una falta de estrategia más amplia.
¿Realmente funciona la prisión preventiva?
El abogado también hizo un paralelo con la implementación del nuevo sistema acusatorio en 2008, cuando la prisión preventiva se estableció principalmente para delitos como el homicidio. "A 16 años de la reforma, en 2024 cerramos con 30 mil homicidios, lo que demuestra que no se ha acabado la impunidad, sino que, al contrario, las cárceles se han convertido en las universidades del crimen", señaló Regino.
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Para Regino, el sistema de prisión preventiva no solo ha incrementado la población carcelaria, sino que ha incrementado la impunidad en muchos casos. "Si el sistema no está funcionando correctamente, es un tema delicado, y las cárceles no son la solución", finalizó.
La prisión preventiva refleja una preocupación por los efectos negativos de su implementación, y la necesidad de una reforma más profunda que respete los derechos fundamentales y garantice un verdadero acceso a la justicia.