Audio relacionado
El comercio de productos chinos en México enfrenta un panorama complejo que combina desafíos locales y tensiones internacionales.
Desde el Centro Histórico de la Ciudad de México hasta las políticas globales de comercio, los impactos de los bienes provenientes de China generan debates sobre regulación, competencia y sustentabilidad económica.
Ángel Castelán, locatario de Izazaga 89, una plaza clausurada por la venta de productos chinos, compartió su perspectiva sobre la situación.
Te podría interesar
“En el Centro Histórico hay mucho producto chino, pero es muy difícil quitar eso. Muchos locatarios son mexicanos y les compran a los chinos. Los moldes son hechos en China, ellos tienen la tecnología, y aquí buscamos una parte del pastel”, explicó Castelán sobre Izazaga 89.
Castelán también mencionó que algunos comerciantes se han visto obligados a adaptarse.
Te podría interesar
“Conozco empresas chinas que traen productos chinos y te facturan, de alguna forma es legal. Pero hay miedo entre los mexicanos de pagar tantos impuestos”, afirmó.
Según él, las recientes clausuras de negocios apuntan a una estrategia mayor: “Yo honestamente creo que van por el edificio, más que por los productos.”
Impacto global de productos chinos en México
Por su parte, Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM, abordó el impacto global de esta dinámica comercial.
“Estamos viendo una confrontación entre las dos economías más grandes del mundo: Estados Unidos y China. México, presionado por Estados Unidos, copia estrategias sin un plan propio, lo que tiene consecuencias en lugares como el Centro Histórico”, señaló.
Dussel hizo un llamado a reflexionar sobre la interdependencia económica con China.
"Si México excluyera a China, estaríamos descalzos, sin ropa interior, y el Metro no funcionaría. Es fundamental no caer en la trampa de elegir entre uno y otro; debemos encontrar un equilibrio entre ambas potencias,” concluyó.
La creciente presencia de productos chinos en México, como en Izazaga 89, evidencia tanto oportunidades como retos para la economía nacional. Sin una estrategia clara, los efectos pueden extenderse más allá del comercio, impactando el desarrollo del país.