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En entrevista con Adrián Jiménez en ausencia de Ana Francisca Vega para MVS noticias, Abel Mora, superviviente, cuenta que ‘hay vida después del cáncer’. Fundación Cimas de la Esperanza apoya a supervivientes para conquistar las cimas de México.
“Soy uno de los supervivientes, soy una de las pocas personas que ha logrado hacer cumbre en el Pico de Orizaba con una pierna, seguramente hay muchas, pero con una pierna somos pocos estoy dentro de ellos”, dijo.
“Hay vida después del cáncer”. Con esta poderosa afirmación, Abel Mora, superviviente de cáncer y montañista, comparte su inspiradora historia de superación y su participación en el proyecto Cimas de la Esperanza, una fundación que apoya a supervivientes a conquistar las cimas de México.
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Con una sola pierna y a sus 50 años, Abel es parte del reducido grupo de personas que han alcanzado los 5 mil 636 metros sobre el nivel del mar de la montaña más alta de México.
"No menospreciemos los pequeños pasos que damos en la vida, en la enfermedad o en la montaña. Cada paso, por pequeño que sea, nos acerca a nuestra meta y a nuestra cima", reflexionó Mora, quien considera que esta enseñanza es aplicable a cualquier desafío en la vida.
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¿Qué es 'Cimas de la Esperanza’?
La Fundación Cimas de la Esperanza trabaja con sobrevivientes de cáncer para ayudarlos a redescubrir la vida fuera de los hospitales. Cada año, organiza un programa de entrenamiento para llevar a sus integrantes a conquistar montañas como el Cofre de Perote, La Malinche y, finalmente, el Pico de Orizaba.
Abel describió este proyecto como una iniciativa "con mucho corazón". “Transmiten el mensaje de que no todo se acaba después de las quimioterapias. Hay una vida allá afuera, llena de esperanza y nuevas experiencias”.
Para Abel, el ascenso fue un reto físico y emocional. “El frío, la falta de oxígeno y el mal de montaña fueron desafíos que nunca había enfrentado. Sin embargo, mi motivación era dedicar esta cumbre a mi hermano, mi madre y todas las personas que creyeron en mí”, compartió Abel, superviviente que cuenta que ‘hay vida después del cáncer’.