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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, el sacerdote jesuita Jorge Atilano expresó su profunda preocupación por el homicidio del padre Marcelo Pérez, señalando que es un reflejo de la creciente violencia en México y la falta de control frente al crimen organizado en Chiapas.
Atilano destacó que "como jesuitas, había mucha relación con el padre Marcelo Pérez, hacíamos equipo para trabajar temas de defensa de territorio y recursos naturales".
El trabajo del padre en mediación de conflictos en comunidades afectadas, como el caso de Pantelhó en 2021, lo puso en riesgo, ya que había incomodado a ciertos actores debido a su labor como mediador en situaciones de desapariciones forzadas y violencia.
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El papel del padre Marcelo Pérez
El sacerdote fue clave en evitar una escalada de violencia en Pantelhó, donde la población, alarmada por las desapariciones, calculadas en unas 200 personas, formó un grupo de autodefensa conocido como "El Machete".
"El padre entró a mediar para llegar al diálogo con las autoridades", explicó Atilano, sugiriendo que esta intervención pudo haber generado inconformidad en ciertos sectores.
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Además, señaló que la ausencia del gobierno, tanto estatal como federal, ha agravado la situación en la región, con grupos armados y el crimen organizado expandiendo su control.
Sin presencia del gobernador
Por su parte, Manuel Balcázar, vicepresidente de Seguridad en Coparmex, Chiapas, también opinó sobre la muerte del padre Marcelo Pérez y la falta de seguridad en la región.
"El gobernador actual ya se va, en los últimos seis años no se ha visto más que ausencia del gobierno local", afirmó Balcázar, agregando que la inseguridad en zonas como Tapachula ha alcanzado niveles alarmantes, con percepciones de inseguridad sin precedentes.
"Esta lluvia de balas nos está matando", señaló, en referencia a la violencia que afecta tanto a empresarios como a ciudadanos comunes.
Ambos entrevistados coinciden en la urgencia de repensar la estrategia de seguridad en Chiapas y el país, destacando que la falta de presencia gubernamental ha permitido que el crimen organizado gane terreno.
El asesinato del padre Marcelo Pérez es solo uno de los muchos ejemplos que reflejan la gravedad de la situación.