En un nuevo análisis de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, del Inegi, se advierte que, a pesar del incremento generalizado en los ingresos de los hogares mexicanos, al desagregar los datos por deciles de ingreso per cápita, “se encontró que los hogares del 10 por ciento más pobre apenas perciben al mes 2 mil 168 pesos por persona, poco más de 70 pesos diarios. En contraste, los hogares del 10 por ciento más rico, obtienen 140 mil 998 pesos mensuales por persona”, puntualizan Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre la Desigualdad (INDESIG).
“Todavía más son los ingresos del 1 por ciento más rico, que percibe 958 mil 777 pesos mensuales por persona, es decir, un ingreso 44 veces mayor que el promedio nacional y 442 veces superior a los ingresos del decil I. De tal forma, los hogares más pobres obtienen el 2 por ciento de los ingresos totales del país, mientras que el 1 por ciento se queda con el 35 por ciento”, subrayaron las organizaciones.
La encuesta del INEGI concluyó que “un hogar mexicano promedio tuvo ingresos totales de 51 mil 126 pesos en 2024, lo cual corresponde a ingresos de 21 mil 825 pesos mensuales por persona dentro del hogar”. Sin embargo, Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre la Desigualdad encontraron que este promedio “se distribuye de forma desigualdad entre todos los estratos de la sociedad”.
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“Hubo ligera reducción de la desigualdad en el sexenio anterior. Asimismo, los ingresos del decil I (de menos ingresos) crecieron 29 por ciento durante el mismo periodo y los ingresos del decil X (con más ingresos) crecieron 19 por ciento, lo que indica una reducción de la desigualdad entre dichos grupos sociales. Sin embargo, los ingresos del 1 por ciento más rico también crecieron 29 por ciento, lo que significa que los más ricos y los más pobres incrementaron sus ingresos en la misma proporción, pero
en montos muy distintos”.
“Así, entre 2018 y 2024, las personas del decil I (menos ingresos) recibieron casi 16 pesos más al día; mientras que las personas del 1 por ciento más rico recibieron 7 mil 123 pesos más al día”, se remarca en el estudio “¿Derechos o privilegios? Una mirada a la ENIGH 2024 desde las desigualdades”.
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Aunque los ingresos promedio de los hogares mexicanos aumentaron 18.7 por ciento entre 2018 y 2024, pasando de 18 mil 381 pesos a 21 mil 825, “la ligera reducción de la desigualdad y la pobreza no es suficiente para garantizar el pleno acceso a derechos humanos, el desarrollo de proyectos de vida, la movilidad social y la reducción de la brecha entre los más ricos y los más empobrecidos”, concluye el informe elaborado por Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre la Desigualdad (INDESIG).
La revisión detallada de la ENIGH 2024 indica que “la desigualdad económica en México continúa siendo alarmante y señala que el acceso a derechos y servicios públicos cada vez cuesta más dinero a las familias mexicanas que no pertenecen al 1% más rico de la población. Aunque la pobreza disminuyó, la desigualdad estructural persiste”.
Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre la Desigualdad coinciden con otros informes independientes en que “los hogares más empobrecidos tuvieron un incremento en sus ingresos de hasta 54 por ciento gracias al aumento de los ingresos laborales, que para dicho estrato fue de mil 016 pesos, un aumento del 29 por ciento respecto a 2018. El aumento constante del salario mínimo y las distintas reformas laborales aprobadas en el sexenio anterior son una prueba de que las políticas económicas y sociales han tenido logros importantes, aunque podrían ajustarse para fortalecer sus efectos positivos”.
Ambos organismos destacan que los resultados de la ENIGH 2024 “reportan una disminución de 0.68 a 0.63 en el índice de Gini, que es la medición utilizada para conocer el nivel de desigualdad de riqueza en una población donde el 0 representa equidad total y el 1 desigualdad total. Sin embargo, según la World Inequality Database, México se encuentra en niveles de desigualdad alarmantes similares a países como Colombia (0.72), Namibia (0.73) y Sudáfrica (0.74)”.
“Los datos de ingresos de la encuesta revelan que los ingresos de las personas trabajadoras siguen siendo bajos y apenas suficientes para cubrir las necesidades básicas de una subsistencia digna”.
El análisis de la encuesta en el rubro de gasto expone que el gasto promedio aumentó 9 por ciento entre 2022 y 2024, pasando de 14 mil 465 a 15 mil 796 pesos, un cambio por arriba de la inflación promedio del mismo periodo que fue de 5.85 por ciento.
En México, el acceso a derechos sigue condicionado por el nivel de ingreso. Aunque han habido avances, como el aumento del salario mínimo y ciertas mejoras en los ingresos de los hogares más empobrecidos, millones de personas siguen enfrentando barreras económicas para ejercer derechos fundamentales.
“Solo quienes tienen más recursos pueden acceder plenamente a la salud, educación, vivienda digna o servicios de cuidados. Para quienes tienen bajos ingresos, ejercer esos mismos derechos
implica un gasto de bolsillo que muchas veces obliga a sacrificar su bienestar y sus proyectos de vida”, enfatizó Máximo Jaramillo, director del INDESIG.
