La aplicación de aranceles en Estados Unidos a vehículos importados no tendrá repercusiones a corto plazo ni se esperan despidos o paros técnicos en las armadoras Honda y Toyota que operan en Celaya y en Apaseo, Guanajuato, estimó Alejandro Rangel, líder del Sindicato de Trabajadores de la Industria Metal Mecánica, Automotriz, Similares y Conexos de la República Mexicana (SITIMM).
En entrevista, el secretario general del SITIMM dijo que, en el peor de los escenarios, se suspenderían los tiempos extras que se pactaron con la empresa para satisfacer la demanda en Estados Unidos de las unidades que se fabrican en México.
“El escenario más drástico es que perdamos el trabajo en tiempo extra, pero por ahora no se visualiza ni paros técnicos, ni despido de personal, ni nada que se le parezca”, señaló.
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El dirigente del sindicato que representa a trabajadores de 167 empresas del sector, entre ellas, de las plantas de Honda y Toyota ubicadas en Guanajuato, reconoció que la suerte que corran las armadoras será la misma que enfrentará la industria de autopartes en México.
Advirtió que el escenario no cambiará de manera significativa este año y las estimaciones para 2026, dependerán de las decisiones que vaya tomando el gobierno de Donald Trump en los siguientes meses.
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Alejandro Rangel no descartó un incremento en el costo de los modelos HR-V de Honda y Tacoma de Toyota armadas en México y que la decisión final la tendrán los consumidores estadounidenses, respecto si cambian a otros modelos o deciden mantener la alta demanda de estas unidades.