El Día de la Candelaria este 2 de febrero, con su “adopción y adaptación por generaciones con un carácter lúdico, emotivo y de festividad”, apuntó la investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, María Angélica Galicia Gordillo, podría dejar este 2025, una derrama económica superior a mil 500 millones de pesos a nivel nacional, por el consumo de tamales, atole y la vestimenta para la presentación de los “niños” Dios, remarcó la académica al referir los datos de la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo.
¿Cuántos puestos de tamales hay?
En 2023, se tenían más de 13 mil negocios registrados en la venta de tamales, según el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, resaltó Galicia Gordillo al comentar que “a partir de la época colonial, se hicieron confluir o empatar celebraciones de los españoles con rituales y el nacimiento de deidades mesoamericanas, aunado a la coincidencia de la etapa anual del desgrane de la mazorca de maíz (de ahí los tamalli-tamales)”.
La especialista en Religiosidad Popular agregó que “algunas fiestas se empalmaron: en España era el día de llevar a la iglesia las candelas (velas), por eso se llama Día de la Candelaria, para conmemorar los 40 días del nacimiento de Jesús, desde el 23, 24, 25 de diciembre; en el caso de Mesoamérica coincidió con un ritual que se efectuaba en los cerros que, según la cosmovisión prehispánica, eran contenedores de vida y donde presuntamente se sacrificaba a niños”.
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Para acelerar el proceso de evangelización, los frailes ibéricos permitían a los habitantes que rindieran cultos, con la excepción del sacrificio. Entonces las órdenes mendicantes (religiosas) empezaron a buscar concordancias con el festejo de algún santo católico con la veneración a los dioses mesoamericanos, pero no a costa de niños, por lo que se pasa del sacrificio a vestir año con año al Niño Jesús, a quien se tenía que llevar al templo e iniciar el festejo de los 40 días; así se forjó el sincretismo de esta fiesta, apuntó Galicia Gordillo.
¿Qué engloban las festividades mesoamericanas?
Las festividades mesoamericanas, asegura la doctora en Antropología, tienen que ver con el orden de los astros, con el proceso de crecimiento, siembra y cosecha de las plantas, se suma la coincidencia astronómica, calendárica y ritual. Por ello, en algunas regiones de México no llevan únicamente al Niño Jesús, acude la familia, es decir, las figuras de la Virgen y de San José, acompañados con mazorca de maíz.
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¿Cómo integran los tamales al culto?
La idea surge luego de la creación de un pan de forma casi circular (la rosca), no es rectilíneo porque simula la corona de los Santos Reyes Magos. Se trataba de un regalo para toda la gente, en particular para las niñas y niños. Dentro estaba el Niño Jesús para su veneración; era solo una figura de barro o cerámica, que pudiera resistir el calor del horno.
De acuerdo con Galicia Gordillo, era el platillo de las fiestas, el más difundido y unificador. En este caso la fecha coincidía con el momento en que están libres las hojas del maíz.
“Si estoy dejando que los indígenas veneren a los santos, dijo el misionero franciscano Motolinia (1482-1569), con todos los mimos y gracias, pues que se incluya a la comida, ¿qué comida hay?, tamales”, refiere.
A decir de la universitaria, la tradición ha sobrevivido porque se apoya en la idea de la festividad y no solo por el aspecto estrictamente religioso; sin embargo, quienes siguen al pie de la letra las normas y doxias (doctrinas) continúan buscándole "padrinos" al Niño Jesús y le organizan una fiesta, claro, donde no pueden faltar los tamales.