El pasado 29 de agosto, siete menores de edad, originarios de Alaska, fueron rescatados por autoridades yucatecas tras ser abandonados en una vivienda del fraccionamiento Residencial Solana, al poniente de Mérida.
Los niños, de entre seis meses y 11 años, fueron localizados gracias a una denuncia por desaparición presentada por su madre, quien previamente había reportado violencia física por parte de su pareja. El caso expone cruces entre violencia doméstica, abandono infantil y respuesta institucional en contextos transnacionales.
Rescatan 7 menores de edad: Operativo y Coordinación Institucional
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Yucatán, en colaboración con la Unidad Especializada para la Prevención de la Violencia Familiar y de Género (UNIPREV) y la Policía Estatal de Investigación (PEI), actuaron tras recibir la alerta de la madre. Vecinos del fraccionamiento reportaron la presencia de los niños sin supervisión adulta, lo que aceleró el operativo.
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Los menores fueron trasladados a instalaciones de la SSP para evaluación médica y psicológica, donde se reencontraron con su madre. Actualmente, están bajo resguardo oficial mientras se definen medidas legales y de protección.
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Menores originarios de Alaska vivián violencia
La madre, ciudadana alaskana, relató ante el Ministerio Público que su pareja —también de origen alaskano— ejerció violencia física durante una discusión en su domicilio en Chelem, municipio de Progreso. Tras solicitar medidas de protección, ella abandonó el lugar, pero al regresar descubrió que los niños habían sido sustraídos.
Recibió información sobre su posible paradero en un hotel al norte de Mérida, pero el personal le negó acceso, lo que la obligó a recurrir a autoridades locales. El padre permanece en paradero desconocido, y se investiga su posible responsabilidad en abandono y violencia familiar.
Este caso refleja desafíos globales en protección infantil. En Alaska, casi el 60% de las mujeres experimentan violencia de pareja o sexual a lo largo de su vida, según encuestas locales. Aunque el contexto mexicano muestra una disminución en secuestros de menores —31 casos reportados en el primer semestre de 2025—, la trata con fines de explotación sexual sigue siendo una amenaza, especialmente mediante redes sociales.
La colaboración entre agencias, como se vio en este rescate, es clave para responder a crímenes que involucran a víctimas extranjeras.
Las autoridades yucatecas iniciaron una investigación para determinar responsabilidades penales contra el padre, que podría enfrentar cargos por abandono, sustracción de menores y violencia familiar. Además, se evalúa la aplicación de protocolos de protección internacional, dado el origen alaskano de la familia. La SSP destacó la importancia de las denuncias ciudadanas y la coordinación interinstitucional para casos de riesgo.
El rescate de estos siete menores alaskanos en Yucatán subraya la urgencia de mecanismos eficaces contra la violencia doméstica y el abandono infantil, especialmente en contextos transnacionales. La respuesta rápida de autoridades y comunidad evitó una tragedia mayor, pero el caso sigue abierto: el paradero del padre es desconocido, y los niños requieren atención continuada. La sociedad yucateca sigue atenta a las investigaciones.
