Ligados a la cosmovisión maya, tejidos de fibra de henequén y de algodón, bordados, aplicaciones de encaje, calados y punto de cruz son celebrados este miércoles 30 de julio en el Día Internacional del Bordado con el Xmanikté: La Puntada Endémica de Yucatán, el estado donde se elaboran artículos de los más diversos materiales, diseños y colores que, además de ser útiles, aportan belleza y elegancia a nuestro entorno.
En dicho estado una de las más importantes artesanías es el bordado, pues desde la época de la colonia se elaboran mantas tejidas por las indígenas, que son confeccionadas utilizando la técnica del telar de cintura; sin embargo, las cuotas impuestas por los conquistadores hicieron que dicha técnica desapareciera, lo que el gobierno estatal no quiso que pasara este miércoles 30 de julio con el Xmanikté: La Puntada Endémica de Yucatán, en plena celebraciónj del Día Internacional del Bordado.
La guayabera, la prenda típica de Yucatán
Confeccionada con diversos materiales como lino, poliéster, algodón y combinaciones de telas, una prenda muy utilizada por los hombres es la típica y elegante guayabera, que hecha de lino y algodón alcanza su mayor calidad y que tienen un lugar muy especial este miércoles 30 de julio en el Día Internacional del Bordado con el Xmanikté: La Puntada Endémica de Yucatán, en la que se muestran otras variedades de diseños como el tipo filipina, con cuatro o dos bolsas alforzadas al frente o bordadas.
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Y cómo no, si desde finales del siglo XIX esta prenda característica de la península de Yucatán era usada por los habitantes de clase alta, quienes la traían directamente desde Cuba, donde se elaboraba; sin embargo, al aumentar la demanda, un grupo de visionarios yucatecos decidió fabricarla aquí.
Yucatán festeja su herencia histórica en el bordado
Con 34 técnicas de puntada diferentes y en pleno Día Internacional del Bordado, el Xmanikté: La Puntada Endémica de Yucatán honra este miércoles 30 de julio la herencia histórica de sus habitantes, que desde la época prehispánica desarrollan bordados como el xokbil-chuy (hilo contado) o punto de cruz, que es una labor que no requiere gran arte, sino paciencia, porque la bordadora va contando tres o cuatro hilos de la trama de algodón y cose una pequeña cruz de hilo de color, fijando hileras de cruces en forma el dibujo. Se bordan guías de flores entre verdes hojas con los que se adornan los escotes cuadrados de los hipiles y los bordes de todo el traje.
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No obstante, el que se lleva las palmas por su legado cultural es el calado o deshilado (xmanikté), que consiste en tirar de algunos hilos de la trama del lienzo, combinando dibujos de forma cuadrangular, hasta confeccionar artísticos calados en la tela. Con esta labor parecida al encaje y armonizada con embutidos y randas, se forman preciosas labores para hipiles, tocas, mantillas y tapetes; además de corporales y ornamentos para las iglesias.