Increíble, pero cierto: Una joven a la que se le olvidó desactivar la ubicación en su celular fue sorprendida siendo infiel por su propia pareja, por lo que luego de la consiguiente recriminación Anto terminó en un mar de lágrimas por la pérdida de su amor, mientras sus “amigas” se burlaban pues ella fue la responsable del video viral y de todo lo que le pasaba.
Encendiendo nuevamente el debate sobre el papel de la tecnología en las relaciones amorosas, el video viral en TikTok muestra a la joven Anto visiblemente afectada, llorando y sosteniendo su teléfono, luego de ser descubierta siendo infiel por olvidar desactivar la ubicación de su celular.
Reacciones encontradas en TikTok
La grabación viral de Anto, quien viste una chaqueta de cuero y parece haber regresado hace poco de una cita, fue compartida en la cuenta @lamafiadetaller, donde varios usuarios pidieron un “story time” para conocer la historia completa de la joven siendo infiel por no desactivar su ubicación, mientras otros sugirieron que podría tratarse solo de un malentendido.
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Como sea, lo cierto es que las opiniones estuvieron fueron encontradas pues mientras algunos defendieron a Anto con mensajes como “Grosa, ídola, máster”, otros cuestionaron su comportamiento: “¿No sería más fácil terminar la relación y ya?”, aumentando el debate también respecto a la percepción de la infidelidad por las diferencias de género: “Como les duele cuando una mujer es la que lo hace. Infieles cuando sus acciones tienen consecuencias”.
Así se hizo viral la infidelidad de Anto
El video se popularizó en redes sociales gracias a la descripción que dice: “POV: tu amiga olvida que está de novia y no apaga la ubicación”, haciendo referencia a que su pareja se enteró de la traición por un simple descuido tecnológico que lo permitió y que hizo que todo se le viniera abajo, además de que dejó a todos con la boca abierta.
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Entre risas, sus amigas entonces le preguntan: “Anto, ¿por qué llorás, si vos lo cag..?”, mientras ella no logra controlar las lágrimas y sigue en el drama, hasta que repentinamente y dándose cuenta de lo que pasaba le dice a una de ellas: “¡Bueno, dame la chamarra! ¡Me voy con el otro!”.