Al regresar a casa, muchos dueños se topan con un perro que no puede contener su emoción: cola moviéndose, saltos y ladridos de felicidad. Aunque es un gesto adorable, esa energía puede ser un poco intensa si no se maneja con cuidado, y puede llevar a que el perro se altere o se vuelva demasiado efusivo en cada reencuentro.
Saludar a tu perrito de manera adecuada no solo ayuda a mantener la calma, sino que también refuerza el vínculo que tienen. Con algunas técnicas simples y consistentes, puedes enseñarle a recibirte con alegría sin generar ansiedad, logrando que esos momentos de regreso a casa sean agradables tanto para ti como para tu mascota.
¿Por qué tu perro se emociona tanto al verte?
Al llegar a casa, muchos dueños creen que su perro se comporta mal cuando salta o se muestra demasiado activo, pero en realidad solo está expresando alegría por verte. Su entusiasmo es natural y forma parte de cómo interactúa con su familia, por lo que entenderlo ayuda a no reaccionar de forma exagerada y a manejar mejor la situación.
Te podría interesar
Un error frecuente es exagerar en la manera de hablarle, usando un tono muy alto o repitiendo frases constantemente. Esto puede aumentar su excitación y hacer que el momento sea más desordenado de lo que debería, especialmente con perros que ya son muy activos.
Otro detalle que se pasa por alto es invadir su espacio de forma abrupta, como abrazarlo o acariciarlo sin que se acerque primero. Cada perro tiene su propio ritmo para recibir afecto, y respetarlo permite que la interacción sea agradable y cómoda para ambos.
Te podría interesar
También suele ocurrir que se inicie un juego inmediato o se lo regañe por saltar. Estas acciones pueden sobreestimularlo o frustrarlo, sobre todo en perros con personalidad más intensa. Mantener un acercamiento calmado y constante ayuda a que el saludo sea un momento tranquilo y positivo.
Así puedes a tu perro sin alterarlo
-
Dale caricias con calma
Al llegar a casa, toca suavemente a tu perro para que note tu presencia sin sentirse abrumado. Luego, retírate unos pasos hasta un lugar cómodo donde puedas interactuar a su ritmo, ya sea sentado o agachado, según lo que funcione para ambos. Las caricias deben ser lentas y siguiendo la dirección del pelaje, evitando movimientos bruscos que aumenten su emoción. Esto le ayuda a asociar tu saludo con tranquilidad y seguridad.
-
Saluda con voz tranquila
Es importante mantener un tono de voz bajo y constante cuando hables con tu perro. No hace falta elevarla ni exagerar las palabras, un simple “te extrañé” dicho de manera calmada transmite lo mismo que una voz chillona pero sin generar más excitación. Esto ayuda a que tu perro se sienta reconfortado y no más alterado de lo que ya estaba por tu ausencia.
-
Juego pausado
En lugar de lanzarte directamente a un juego activo, puedes ofrecerle un momento para olfatear o explorar alrededor de la casa. Este pequeño tiempo permite que el perro libere un poco de la energía acumulada y reduzca el estrés del saludo. Después de esta pausa, será más fácil disfrutar de un paseo o de un juego más intenso sin que el animal se sature.
