Las mastografías son los estudios más comunes para la detección temprana del cáncer de mama en mujeres mayores de 40 años. Este estudio ha mostrado ser de gran ayuda para dar tratamientos inmediatos en caso de encontrar dicha enfermedad; sin embargo, en redes sociales se ha comenzado a difundir el mito que señala que este procedimiento puede generar tumores.
Fue por medio de redes sociales que se hizo viral una publicación en la se señalaba que este procedimiento es lo que genera tumores cancerígenos a las mujeres que se lo practican. El post generó revuelo en diferentes plataformas y algunas usuarias mostraron su preocupación al tener que realizarse este examen; sin embargo, expertos han desmentido este mito.
¿Qué son las mastografías?
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las mastografías son un estudio de rayos “X” que se realiza a mujeres de 40 a 69 años de edad y tiene como objetivo detectar anormalidades en las mamas que no se pueden percibir por observación o palpación. Esto se debe a que estos tumores o anomalías se pueden generar en partes del tejido muy profundas.
Te podría interesar
¿Pueden las mastografías generar tumores cancerígenos?
Aunque durante el procedimiento se usa radiación, las cantidades son mínimas, según el American Cancer Society, la dosis es de 0.4 milisieverts (mSv) es lo que se espera de una mamografía estándar de cribado, lo cual es equivalente a aproximadamente 7 semanas de exposición a la radiación de fondo natural.
Te podría interesar
La American Cancer Society explica que los ciudadanos estadounidenses se exponen de manera natural a un promedio de 3 mSv de radiación cada año. Esto significa que las cantidades recibidas durante el procedimiento son mínimas, es por ello que las mastografías se han convertido en uno de los procedimientos más seguros y usados alrededor del mundo.
¿Cómo se hacen las mastografías?
La mastografía consiste en la compresión de la mama, siendo la parte más incómoda, la mama se coloca sobre una placa plana y se baja otra placa para comprimirla. Esta compresión es fundamental por varias razones.
Primero, ayuda a aplanar el tejido mamario para que se pueda ver con mayor claridad, lo que facilita la detección de anomalías pequeñas. Segundo, distribuye el tejido de manera uniforme, lo que reduce la superposición de tejidos y hace que la imagen sea más nítida. Tercero, reduce la dosis de radiación necesaria, ya que se necesita menos energía para penetrar el tejido comprimido.
