Una dieta poco adecuada antes de dormir podría estar afectando más que solo tu digestión. Un nuevo estudio sugiere que ciertos alimentos, como el queso o los dulces, estarían relacionados con la aparición de pesadillas, además de influir negativamente en la calidad del sueño.
La investigación, publicada en la revista Frontiers in Psychology, exploró cómo alimentos específicos, intolerancias alimentarias como la lactosa y hábitos como cenar tarde podrían impactar el descanso nocturno. Más del 40 por ciento de los mil estudiantes universitarios encuestados en Canadá consideró que su alimentación afectaba el sueño.
¿Qué alimentos están relacionados con las pesadillas?
Entre los alimentos más mencionados por los participantes están el queso, los dulces, el chocolate, los alimentos fritos y aquellos altos en grasas o azúcares. También se incluyen las comidas picantes o muy condimentadas, que tienden a causar malestar estomacal y, en consecuencia, alterar el sueño.
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Según el estudio, un 24.7 por ciento de los participantes señaló que ciertos alimentos empeoraban su descanso, mientras que un 20.1 por ciento opinó lo contrario.
Aunque solo un 5.5 por ciento dijo que su dieta influía directamente en sus sueños, los investigadores encontraron un patrón claro: quienes tienen intolerancia a la lactosa o alergias alimentarias reportaron con más frecuencia sueños negativos o pesadillas.
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Esto podría explicarse por las molestias estomacales que interrumpen el sueño profundo, la fase en la que se presentan los sueños más intensos. Y aunque el estudio es de tipo correlacional, por lo que no prueba causa directa, plantea una pista útil para quienes sufren de malos sueños frecuentes.
Además, los expertos advierten que los resultados se enfocan en un grupo limitado (jóvenes universitarios canadienses), por lo que podrían no aplicar igual a toda la población.
Sin embargo, concluyen que una dieta saludable ayuda a tener sueños más vívidos y positivos, mientras que una alimentación poco balanceada podría aumentar los sueños perturbadores o hacer que no los recuerdes.
Así que si sueles tener pesadillas, quizá sea momento de revisar qué cenas por las noches.