Incluir frutos secos en la alimentación diaria se ha vuelto una recomendación común entre nutricionistas y expertos en salud. Nueces, almendras, pistaches y otros similares no solo son prácticos como colación, sino que también están cargados de nutrientes que pueden tener efectos positivos en el cuerpo.
Consumidos con moderación, estos alimentos aportan grasas saludables, proteínas y antioxidantes. Además de ser una fuente concentrada de energía, los frutos secos pueden fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación gracias a su riqueza en antioxidantes.
Su perfil nutricional los convierte en aliados ideales para mantener la salud en buen estado a largo plazo. Uno de los efectos más estudiados es su relación con la prevención de enfermedades crónicas, por eso, a continuación, exploramos los beneficios más destacados que aportan al cuerpo cuando se consumen con regularidad.
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¿Qué le pasa a tu cuerpo si comes frutos secos todos los días?
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Control de peso y saciedad
Aunque los frutos secos son calóricos, su contenido en fibra y proteínas ayuda a sentirse satisfecho por más tiempo. Esto puede ser útil para evitar comer en exceso y mantener un peso estable. Investigaciones sugieren que las personas que comen frutos secos con frecuencia suelen aumentar menos de peso comparado con quienes no los incluyen en su alimentación.
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Soporte en el rendimiento físico
Gracias a la combinación de grasas saludables, proteínas y vitaminas, los frutos secos son un snack ideal antes o después del ejercicio. Ayudan a reparar los músculos y a mantener la energía necesaria durante el entrenamiento. Además, su aporte nutricional favorece la recuperación para poder rendir mejor en la siguiente actividad física.
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Mejora de la función cognitiva
Las nueces, en especial, aportan omega-3 y antioxidantes que resultan beneficiosos para el cerebro. Estos nutrientes apoyan la memoria y podrían ayudar a prevenir el deterioro mental relacionado con la edad. Por eso, consumir frutos secos es una buena estrategia para cuidar la salud cerebral.
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Inflamación y salud metabólica
Los componentes activos de los frutos secos tienen propiedades que reducen la inflamación en el cuerpo. Esto es muy importante para controlar problemas como la diabetes tipo 2 y el síndrome metabólico, que afectan la manera en que el cuerpo maneja el azúcar y las grasas.
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Salud cardiovascular
Consumir frutos secos regularmente puede beneficiar al corazón, ya que ayudan a disminuir el colesterol “malo” y contribuyen a controlar la presión arterial. Esto significa una protección frente a enfermedades como infartos o accidentes cerebrovasculares. Los estudios han encontrado que quienes incluyen estos alimentos en su dieta tienen menos riesgo de problemas cardiovasculares.
