La doctora Lisa Feldman Barrett, neurocientífica de la Universidad de Harvard y profesora de varias universidades prestigiosas, ha revelado que, el ver noticias malas mientras comemos, supone un aumento de 104 calorías diarias, es decir, aumentamos de peso.
Vaya noticia la que nos trae esta experta, y esperando que no estés leyendo mientras ingieres tus alimentos, estos es lo que Lisa Feldman explicó al respecto de este caso.
¿Consumir noticias negativas mientras comes aumenta el peso?
Para Lisa Feldman, quien se ha especializado en el estudio del cerebro, este órgano, así como el resto de nuestro cuerpo, tiene un proceso diferente cuando está expuesto a la información negativa.
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“Tu cerebro coordina todo lo que ocurre dentro de tu cuerpo. Supervisa más de 600 músculos, equilibra docenas de hormonas, coordina los pulmones, el corazón y otros órganos, bombea sangre, digiere alimentos, combate enfermedades y mucho más".
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La doctora realizó un interesante experimento, donde expuso a un grupo de personas a un bombardeo de imágenes y palabras para sobrecargar sus sistemas nerviosos y activar la sensación de angustia.
“Se produjeron cambios en las regiones del cerebro donde se ubican los circuitos de lucha huida, los mismos que coordinan y regulan el sistema nervioso, el sistema inmunológico y el metabolismo"; explicó Feldman Barrett.
“A pesar de estar seguros y cómodos, el solo hecho de imaginar un evento desagradable puede provocar una tormenta electroquímica".
La información y su impacto en el metabolismo
El precio de estar informados se refleja en cómo nos sobrecargamos, y uno de los nuevos impactos detectados es que tiene costos en el metabolismo.
"Sufrir estrés en las dos horas posteriores a una comida hace que el cerebro y el cuerpo metabolicen lo que come de una manera que suma el equivalente a 104 calorías a la comida. Si esto sucede a diario, eso equivale aproximadamente a medio kilo extra al mes", señaló la experta de Harvard.
¿Qué sabemos sobre el estrés y la alimentación?
- El estrés puede aumentar el apetito: Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol, que pueden aumentar el apetito y los antojos de alimentos ricos en azúcar y grasas.
- Los hábitos alimenticios cambian bajo estrés: El estrés puede llevar a comer en exceso, elegir alimentos poco saludables y saltarse las comidas.
- La conexión mente-cuerpo: Nuestras emociones y pensamientos pueden influir en nuestras decisiones alimentarias.
Este estudio ha sorprendido a la comunidad científica y a la población en general, ya que poco se habla de los impactos que tiene en el cerebro y en el metabolismo estar constantemente expuesto a las noticias negativas, según lo encontrado por esta experta de Harvard.