La controversia fue considerable cuando se anunciaron los sellos en los productos de comida chatarra, con algunos sugiriendo que la gente seguiría comprándolos, sin importar las advertencias. Sin embargo, un reciente estudio indica que estos sellos han tenido un efecto positivo en las personas.
¿Los sellos funcionaron?
Según un estudio reciente publicado en la revista médica International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, los sellos de advertencia implementados como parte de la modificación a la NOM-051 en 2020 en México han demostrado ser efectivos. Estos sellos, aplicados principalmente en productos de comida chatarra, han llevado a una reducción en el consumo de refrescos y otros alimentos poco saludables y nutritivos entre la población.
En el estudio titulado “Disminuciones autoreportadas en las compras de alimentos no saludables seleccionados como resultado de la implementación de etiquetas de advertencia en población joven y adulta mexicana”, realizado por investigadores como Alejandra Contreras Manzano, Christine M. Blanco, Claudia Nieto, Kathia L. Quevedo, Jorge Vargas Meza, David Hammond, James F. Thrasher, Simón Barquera y Alejandra Jáuregui.
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Se reveló que los sellos de advertencia han tenido un impacto significativo. Especialmente notable es su efectividad entre los segmentos de la población con menor nivel educativo y entre adultos indígenas, quienes han reducido la compra de alimentos no saludables como refrescos y otros productos etiquetados como poco nutritivos.
Resultados
Según los participantes del estudio, hubo una clara percepción de cambios en sus hábitos de compra de alimentos. En general, el 44.8% de los adultos y el 38.7% de los jóvenes indicaron haber reducido sus compras de comida chatarra debido a los sellos de advertencia o etiquetado nutricional. Específicamente, se observó una disminución significativa en la compra de refrescos de cola, tanto regulares como dietéticos.
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Los investigadores también observaron que los sellos de advertencia tuvieron un impacto más notable en las compras realizadas por mujeres, personas que se identificaron como indígenas, individuos con sobrepeso, aquellos con niveles educativos más bajos, personas con un mayor conocimiento sobre nutrición, hogares con niños y aquellos que desempeñan un papel crucial en la compra de alimentos dentro de sus familias.
Y lo más destacado es que los adultos reportaron un aumento en el consumo de agua y una disminución en el consumo de bebidas azucaradas, todo gracias a los sellos de advertencia en los productos de comida chatarra. Este cambio en los hábitos de consumo refleja el impacto positivo que estas medidas pueden tener en la salud pública.