La salmonella es una de las causas más comunes de intoxicación alimentaria en el mundo, y aunque el pollo es el alimento más asociado con esta bacteria, existen muchos otros productos que también pueden ser portadores. Conocer estos alimentos y cómo manejarlos adecuadamente es crucial para prevenir infecciones y mantener la seguridad alimentaria.
Huevos y productos a base de huevo
Los huevos crudos o poco cocidos son una fuente conocida de salmonella. La bacteria puede estar presente tanto en el interior como en la cáscara del huevo. Productos como mayonesa casera, aderezos para ensaladas, helados caseros y postres que contienen huevo crudo también pueden ser riesgosos si no se manejan adecuadamente.
Lácteos no pasteurizados
La leche y los productos lácteos no pasteurizados, como ciertos quesos frescos, pueden contener salmonella. La pasteurización es un proceso de calentamiento que mata las bacterias perjudiciales, y consumir productos pasteurizados es una manera efectiva de reducir el riesgo de infección.
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Carne de res y cerdo
Aunque el pollo es el más conocido, la carne de res y cerdo también pueden ser portadoras de salmonella si no se cocinan adecuadamente. La carne molida es especialmente susceptible porque las bacterias presentes en la superficie pueden mezclarse durante el proceso de molienda.
Frutas y verduras
Las frutas y verduras crudas pueden contaminarse con salmonella a través del contacto con suelo, agua o manos contaminadas. Los brotes (como los de alfalfa) y las verduras de hoja verde (como la lechuga y las espinacas) han sido vinculados a brotes de salmonella. Es importante lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
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Mariscos
Mariscos como los camarones y los mejillones pueden estar contaminados; consumir mariscos crudos o mal cocidos aumenta el riesgo de infección. Es esencial asegurarse de que los mariscos se cocinen a temperaturas adecuadas para eliminar cualquier bacteria presente.
Consejos para prevenir la Salmonella
- Asegúrate de que las carnes y los mariscos se cocinen a la temperatura interna adecuada para matar las bacterias.
- Lava tus manos con frecuencia y limpia las superficies de cocina, especialmente después de manipular alimentos crudos.
- No consumas huevos crudos, leche no pasteurizada o carne cruda.
- Evita la contaminación cruzada manteniendo los alimentos crudos separados de los cocidos.