El arándano, esa pequeña baya de color rojo intenso y sabor agridulce, no solo es un delicioso ingrediente en ensaladas, postres y salsas, sino que también esconde un tesoro de propiedades que se potencializan al consumirlo en forma de jugo.
Preparar jugo de arándano es muy sencillo: basta con licuar las bayas frescas o congeladas con un poco de agua y endulzar al gusto. Esta bebida, además de ser refrescante y perfecta para combatir el calor, aporta numerosos beneficios para la salud:
Previene las infecciones urinarias: El jugo de arándano es conocido por su capacidad para prevenir las infecciones urinarias (IU), especialmente en mujeres. Los compuestos proantocianidinos del arándano impiden que las bacterias se adhieran a las paredes del tracto urinario, lo que reduce el riesgo de infecciones.
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Fortalece el sistema inmunológico: El arándano es rico en vitamina C, un poderoso antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y proteger al organismo de enfermedades infecciosas. Además, contiene otros nutrientes como el manganeso y la vitamina K, que también contribuyen a mantener las defensas altas.
Protege la salud cardiovascular: El consumo regular de jugo de arándano puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y aumentar el colesterol bueno (HDL), lo que se traduce en un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a su alto contenido en antioxidantes y fibra, que combaten la formación de placa aterosclerótica en las arterias.
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Mejora la memoria y la función cognitiva: Los antioxidantes del arándano protegen las células cerebrales del daño oxidativo, lo que puede ayudar a mejorar la memoria, la concentración y la función cognitiva en general. Algunos estudios sugieren que el consumo regular de jugo de arándano puede incluso ayudar a prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
Cuida la salud ocular: La luteína y la zeaxantina, dos carotenoides presentes en el arándano, actúan como protectores solares naturales para los ojos. Su consumo regular puede ayudar a prevenir la degeneración macular, una de las principales causas de pérdida de visión en adultos mayores.
Ayuda a controlar el azúcar en sangre: El arándano posee propiedades que ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que lo convierte en una bebida beneficiosa para personas con diabetes o prediabetes. Su contenido en fibra soluble retrasa la absorción de azúcares en el intestino, mientras que sus polifenoles aumentan la sensibilidad a la insulina.
Favorece la salud digestiva: La fibra del arándano ayuda a regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y promover una digestión saludable. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden aliviar molestias como la gastritis y la acidez estomacal.
Cuida la piel: La vitamina C y los antioxidantes del arándano ayudan a proteger la piel del daño solar y a prevenir el envejecimiento prematuro. Además, sus propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a calmar la piel irritada o con acné.
El jugo de arándano es generalmente seguro para la mayoría de las personas. Sin embargo, se recomienda consumirlo con moderación, ya que un consumo excesivo puede causar efectos secundarios como diarrea o molestias abdominales.