Las fresas son uno de los frutos que más se consumen durante la primavera y el verano que es cuando llega fresca y de temporada, pero poco se habla de sus múltiples beneficios que otorga a la salud.
Primero un poco de historia, según el dietista-nutricionista Manuel Moñino Gómez, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, detalló que “parece que la fresa comenzó a cultivarse en Francia en el siglo XV, y algo más tarde en España. Durante el siglo XIX se crearon numerosos híbridos, pero es en el siglo XX cuando se produce la explotación de la fresa a gran escala".
La fresa es una planta herbácea de la familia de las rosáceas, bajas en calorías, ya que “solo tienen 36 kilocalorías (o ‘calorías’ en el lenguaje coloquial) por cada 100 gramos (4 ó 5 fresas)”.
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Esta fruta es rica en vitamina C, misma que "contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a la formación normal de colágeno de vasos sanguíneos, huesos, cartílagos, encías, dientes y piel. También ayuda a la absorción del hierro de la dieta y a disminuir la fatiga. Además, protege a las células del daño oxidativo debido a su capacidad antioxidante”, declaró el experto.
Pero no solo eso, si no que tienen una gran riqueza mineral, ya que son una de las frutas más ricas en hierro junto a sus 'primas' la frambuesa y la grosella. En un puñado de fresas puedes encontrar un 17 por ciento de hierro y un 9 por ciento de magnesio, además de encontrar potasio, calcio, fósforo, manganeso, silicio y cobre, lo que hace de esta una fruta muy propicia para tratar déficits nutricionales. Y eso por no hablar de la excelente fuente de vitaminas K y ácido fólico.
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Beneficios de la fresa en tu organismo
Las fresas son ricas en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, lo que ayuda a mantener un intestino saludable. Los antioxidantes ayudan en la absorción de nutrientes clave, además de las proteínas y el hierro. La fibra juega un papel fundamental para ayudar a hacer la digestión y regularla.
Existe evidencia científica de que el consumo de fresas, igual que el del resto de frutos rojos, como los arándanos, las frambuesas o las grosellas, "se asocia con un menor riesgo de enfermedades crónicas, en especial, las cardiovasculares. Estas cualidades también se derivan del consumo de, al menos 5 raciones entre frutas y hortalizas diarias: 3 de frutas frutas y 2 de hortalizas".
Aunque sus cantidades son más reducidas, las fresas son ricas en minerales como el potasio, el calcio y el fósforo. Lo anterior significa que puede ayudar a aquellas personas que sufren casos de hipertensión arterial, e incluso disminuiría los niveles de colesterol en sangre de forma significativa, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes o el cáncer.
Al igual que todos los frutos rojos como las cerezas, las frambuesas o los arándanos, las fresas contienen antocianinas, un pigmento que ayuda a combatir la inflamación y que ayuda a frenar enfermedades como la gota. Ayuda a fortalecer los huesos y estimular el sistema inmunológico.