Las pesadillas son experiencias desagradables que pueden perturbar nuestro descanso y afectar nuestra calidad de vida, uno de los factores que pueden desencadenarlas es el tipo y momento de la cena que consumimos antes de dormir.
Expertos en salud y sueño han señalado que cenar muy tarde o ingerir alimentos pesados antes de acostarnos puede aumentar las probabilidades de tener pesadillas durante la noche.
¿Por qué sucede esto?
Cuando consumimos alimentos pesados o ricos en grasas poco antes de ir a dormir, nuestro sistema digestivo se ve obligado a trabajar más para procesarlos, esto puede generar malestar estomacal, acidez y sensación de pesadez, lo cual puede interferir con nuestro sueño y contribuir a la aparición de pesadillas.
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Además, cenar muy tarde puede alterar el ritmo natural del cuerpo y dificultar la transición al sueño profundo y reparador.
El proceso digestivo activo durante la noche puede interferir con los ciclos de sueño normales y aumentar la actividad cerebral durante el período REM (Movimiento Rápido de los Ojos), fase en la que ocurren las pesadillas con mayor frecuencia.
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Otro factor a considerar es el contenido de los alimentos que consumimos, algunos estudios sugieren que ciertos alimentos, como los picantes o con alto contenido de cafeína, pueden aumentar la actividad cerebral y la frecuencia cardíaca, lo cual puede contribuir a la aparición de sueños vívidos y perturbadores.
Cenar muy tarde o consumir alimentos pesados y poco saludables antes de dormir puede alterar nuestro sueño y aumentar las probabilidades de tener pesadillas.
Para mejorar la calidad de nuestro descanso y prevenir este tipo de experiencias desagradables, es recomendable cenar con suficiente antelación antes de acostarse y optar por alimentos ligeros y fáciles de digerir durante la noche.