Hoy en día, maximizar nuestras capacidades cognitivas y potenciar nuestra inteligencia se ha convertido en una meta común. Cada vez más personas buscan alimentos, suplementos y técnicas que les ayuden a alcanzar un rendimiento óptimo en sus actividades diarias. En este contexto, los nootrópicos han ganado popularidad como herramientas para mejorar la función cerebral.
A continuación, te contamos qué son los nootrópicos y por qué pueden ser aliados en tu búsqueda por potenciar tu inteligencia.
¿Qué son los nootrópicos y qué beneficios aporta?
Los nootrópicos, también conocidos como "drogas inteligentes" o "potenciadores cognitivos", son sustancias que se utilizan para mejorar diversos aspectos del funcionamiento cerebral, como la memoria, la concentración, la motivación y el rendimiento cognitivo en general. Estas sustancias pueden ser tanto naturales como sintéticas, y se cree que actúan de diferentes formas en el cerebro para potenciar su actividad.
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Uno de los principales mecanismos de acción de los nootrópicos es el aumento de la disponibilidad de neurotransmisores, las sustancias químicas que permiten la comunicación entre las neuronas. Algunos nootrópicos también pueden aumentar el flujo sanguíneo cerebral, mejorar la función de los receptores neuronales o proteger las neuronas del daño oxidativo.
¿En dónde se encuentran los nootrópicos?
Aunque el término "nootrópico" se comenzó a propagar en 1972 por el doctor Corneliu E. Giurgea, no fue hasta los últimos años que se volvió popular. Giurgea creó este concepto combinando las palabras griegas "nous" (mente) y "tropos" (dirección) para describir fármacos psicoactivos que mejoran la actividad cerebral superior.
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Con el tiempo, además de fármacos, se han desarrollado suplementos dietéticos derivados de productos naturales, e incluso se ha comenzado a hablar de alimentos nootrópicos, que son aquellos con una alta concentración de estas sustancias.
Entre los nootrópicos más comunes en alimentos se encuentran la cafeína, que se encuentra en el café y el té, el modafinilo, utilizado para tratar la somnolencia excesiva, y el omega-3, presente en pescados como el salmón. También se utilizan hierbas como la bacopa monnieri y el ginkgo biloba.
Si bien los nootrópicos en forma de fármacos pueden ser útiles en determinadas circunstancias, su uso debe ser controlado y bajo supervisión médica, ya que pueden tener efectos secundarios y no todos han sido ampliamente estudiados en cuanto a su eficacia y seguridad a largo plazo.