Los expertos en felicidad coinciden en que ser feliz es algo que se aprende, al igual que aprender a vivir, y aprender a vivir está relacionado con el desarrollo de nuestra inteligencia emocional.
Numerosos estudios han investigado la conexión potencial entre las habilidades emocionales, el bienestar individual y la felicidad subjetiva, y hoy en día la ciencia respalda ampliamente esta idea.
Si desde temprana edad aprendiéramos a utilizar nuestra inteligencia emocional, practicando los principios de la psicología positiva, tendremos muchas más posibilidades de ser felices tanto en la infancia como en la edad adulta.
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Existe una gran necesidad de estas habilidades psicológicas y el creciente interés social por los problemas de salud mental puede ser el impulso perfecto para mejorar en este aspecto.
Descubre las 5 capacidades de la inteligencia emocional que te ayudarán a ser más feliz
La inteligencia emocional se define como la habilidad para percibir, comprender, asimilar y regular las emociones propias y las de los demás. Peter Salovey, el famoso psicólogo estadounidense especializado en inteligencia emocional, ha desarrollado este concepto basándolo en las 5 competencias principales de las inteligencias personales, que están correlacionadas con lo que consideramos como madurez real en la edad adulta:
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- Conocimiento de las propias emociones: Ser consciente de uno mismo y de lo que se siente.
- Capacidad de controlar y modular las emociones: Ser capaz de prestar atención a las emociones y regularlas sin reprimirlas.
- Capacidad de motivarse a uno mismo: Mantener la atención, motivación y creatividad.
- Reconocimiento de las emociones ajenas o empatía: Detectar los sentimientos de los demás.
- Control de las relaciones: Mantener relaciones saludables a lo largo del tiempo.
¿Cuál es el papel de todas estas habilidades en la vida cotidiana?
Aquellas personas que entrenan diariamente su inteligencia emocional desarrollan hábitos saludables que les permiten ser más felices.
No se trata de tener menos problemas, incertidumbres, dificultades, dudas o inseguridades en la vida, sino de saber fluir con ellos. Aunque parezca sencillo, ponerlo en práctica no lo es tanto.
Sabías que cultivar la curiosidad te ayudará mucho en este proceso, ya que significa mantenerse abierto a nuevas experiencias, ser inquieto intelectual y socialmente, enfrentarse a retos y superar miedos.
Viajar, aprender y leer son actividades que alimentan la mente y la felicidad. Según el experto en felicidad Tal Ben Sahar en su libro "Más felices a pesar de todo", preguntarnos estas cosas nos ayudará a ser más felices: "¿En qué momentos soy más feliz? ¿Cómo puedo ser más feliz? ¿Dónde siento que mi vida tiene sentido? ¿Cómo puedo encontrarle más sentido a la vida? ¿Qué costumbres positivas tengo? ¿Cómo puedo incorporar otros hábitos positivos? ¿Qué me gusta aprender? ¿Cómo puedo avivar aún más mi curiosidad?".