Morderse las uñas, también conocido como onicofagia, es un hábito muy común que afecta entre el 20 y el 30% de la población mundial. Se trata de una condición crónica que puede causar problemas físicos y emocionales.
Una de ellas son las hemorragias en astilla, también conocidas como hemorragias lineales subungueales, son pequeñas líneas de sangrado que aparecen debajo de las uñas. Suelen ser de color rojo o marrón rojizo y se extienden en la dirección en que crece la uña.
Las hemorragias en astilla pueden tener varias causas, entre las que se incluyen:
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- Trauma: El trauma en la uña, como un golpe o un arañazo, puede causar la ruptura de los vasos sanguíneos debajo de la uña.
- Enfermedades: Las hemorragias en astilla también pueden ser un signo de una enfermedad subyacente, como:
- Infección: Las infecciones bacterianas, virales o fúngicas de la uña pueden causar inflamación y daño a los vasos sanguíneos.
¿Morderse las uñas está relacionado con la ansiedad?
La Clínica Cleveland afirma que la onicofagia es un hábito complejo que puede estar relacionado con una serie de factores, entre los que se incluyen la ansiedad, el estrés, el aburrimiento y la frustración.
El estudio señala que las personas que sufren de ansiedad tienen más probabilidades de morderse las uñas. Esto se debe a que la ansiedad puede provocar sentimientos de inquietud, nerviosismo y tensión. Morderse las uñas puede ser una forma de aliviar estos sentimientos negativos.
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El estrés es otro factor común que puede causar el hábito de morderse las uñas. Este puede provocar una serie de cambios físicos y psicológicos, que pueden incluir ansiedad, nerviosismo y tensión. Morderse las uñas puede ser una forma de aliviar estos sentimientos negativos.
La frustración también puede ser un factor que contribuya al hábito de morderse las uñas, cuando las personas se sienten frustradas, pueden buscar formas de expresar esa sensación.