¿Los suplementos de aceite de pescado son una estafa? Universidad de Harvard revela impactante estudio

El estudio revela que no hay evidencia de que mejoren la salud cardiovascular y que incluso pueden dañarla.


¿Los suplementos de aceite de pescado son una estafa? Universidad de Harvard revela impactante estudio
¿Los suplementos de aceite de pescado son una estafa? Universidad de Harvard revela impactante estudio Créditos: Pixabay.com
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Millones de personas en todo el mundo toman suplementos de aceite de pescado (Omega-3), creyendo que son una forma segura y eficaz de mejorar su salud cardiovascular. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Harvard sugiere que estos suplementos pueden ser una falsa promesa.

Los investigadores analizaron datos de más de 2800 etiquetas sobre suplementos de aceite de pescado y encontraron que estas sustancias con placebos no mostraron ninguna diferencia en el riesgo de enfermedades cardíacas, así como los niveles de colesterol, la presión arterial o la inflamación.

Los expertos detectaron que la mayoría de las afirmaciones sobre los beneficios para la salud de los suplementos de aceite de pescado son engañosas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no regula los suplementos dietéticos, lo que significa que los fabricantes no están obligados a probarlos para su seguridad o eficacia.

Algunos suplementos contienen cantidades muy bajas de ácidos grasos omega-3, que son los ingredientes activos que se cree que ofrecen beneficios para la salud. Otros suplementos están oxidados, lo que significa que sus nutrientes se han degradado y ya no son efectivos.

¿Qué se debe hacer si quieres obtener los beneficios de los ácidos grasos omega-3?

La mejor manera de obtener ácidos grasos omega-3 es comer pescado graso, como salmón, sardinas, atún y trucha. Estos pescados son una fuente natural de EPA y DHA, los dos principales tipos de ácidos grasos omega-3.

Si no te gusta el pescado, también puedes obtener ácidos grasos omega-3 de fuentes vegetales, como las nueces, las semillas y los aceites vegetales.

Preston Mason, miembro de la facultad de la División Cardiovascular del Hospital Brigham and Women's, afiliado a Harvard, estudia las grasas únicas que se encuentran en el aceite de pescado, conocidas como ácidos grasos omega-3, y afirma que, el consumo de aceite oxidado se ha relacionado con la inflamación vascular, una causa clave de enfermedad cardiovascular.