La lechuga es un ingrediente fundamental en muchas ensaladas y platillos. Sin embargo, suele marchitarse y ponerse fea rápidamente si no se maneja correctamente. Para disfrutar de lechuga fresca y crujiente en tus comidas, aquí te presentamos tres trucos sencillos para evitar que se estropee.
Sin duda esta es una de las verduras más populares en la cocina, ya que se puede utilizar en una gran variedad de platos, desde ensaladas hasta sándwiches. Pero su frescura no es eterna, pues es muy delicada y puede hacerse fea rápidamente si no se conserva adecuadamente.
5 trucos para conservar la lechuga fresca
1. Lava y seca bien la lechuga
Antes de guardar la lechuga, es importante lavarla y secarla bien. Esto eliminará cualquier resto de tierra o suciedad que pueda acelerar su descomposición.
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Para lavarla, sumerge las hojas en un recipiente con agua fría durante unos minutos. Luego, escúrrela bien con las manos o con un centrifugador de verduras.
2. Guarda la lechuga en un recipiente hermético
La lechuga necesita estar protegida del aire para conservarse fresca. Por eso, es importante guardarla en un recipiente hermético, como un tupper o un recipiente de plástico con tapa.
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También puedes envolverla en papel de cocina o papel de aluminio para absorber la humedad.
3. Guarda la lechuga en la nevera
Recuerda que puedes conservarla en la nevera a una temperatura de entre 0 y 4 grados centígrados. Es importante colocarla en la parte inferior de la nevera, donde la temperatura es más baja.
4. Solo usa una parte
Si vas a utilizar solo una parte de la lechuga, corta las hojas que necesites y guarda el resto en el recipiente hermético.
5.- Puedes recuperar la lechuga
Si ya se estropeó un poco, puedes revivir sumergiéndola en agua fría durante unos minutos.
¿Qué te parece? Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de una lechuga fresca durante más tiempo.