En está ocasión te contaremos los beneficios de los garbanzos, sus diversos usos y beneficios para la salud.
El garbanzo es una de las legumbres más utilizadas en todo el mundo, se remontan a tiempos prehistóricos, ya que se han descubierto evidencias de su presencia en excavaciones preneolíticas en Sicilia.
Propiedades de los garbanzos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja incluir las legumbres para una alimentación saludable, en su última edición recomienda consumir de 2 a 4 raciones de legumbres a la semana, ya que son fuente de hidratos, proteínas, minerales, vitaminas, hierro y fibra.
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Es pobre en grasas saturadas y rico en fibra, por lo que contribuye a regular el colesterol, tiene muchos minerales, sobre todo fósforo, hierro y magnesio también es rico en vitaminas B1, B6 y ácido fólico.
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Para prevenir enfermedades cardiovasculares
Los garbanzos contienen potasio, fibra, vitamina C y vitamina B-6. Esto ayuda a la salud del corazón, ya que contribuye a regular el colesterol reduciendo el riesgo de enfermedades relacionadas con este órgano.
Para favorecer la digestión y el tránsito intestinal
El garbanzo es bueno para el estómago, ayuda a mejorar el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento, contribuye a que la absorción de los hidratos de carbono sea lenta y promueve la regularidad de un sistema digestivo saludable.
Para la diabetes
Varios estudios han demostrado que los diabéticos tipo 1 que consumen dietas altas en fibra tienen menores niveles de glucosa en sangre. Por otra parte, los diabéticos tipo 2 mejoran su nivel de azúcar en la sangre, los lípidos y los niveles de insulina.
Control de peso
Comer garbanzos nos hace sentir más llenos durante más tiempo y por tanto, reducir nuestro consumo total de calorías al día ayudando a la pérdida de peso.
Ideales para embarazadas
Su contenido en ácido fólico es notable, esta vitamina ayuda a prevenir las malformaciones en el feto, por lo que resultan un alimento muy adecuado para las mujeres embarazadas.
Formas de uso
Garbanzo en grano: se usa en multitud de recetas tradicionales de nuestra cocina mediterránea y de la cocina internacional.
Garbanzo cocido: mantiene las mismas propiedades que el garbanzo en grano y ahorra tiempo de preparación.
Harina de garbanzo: el ingrediente perfecto para la elaboración de diferentes platos como el Falafel o para mezclarlo con agua y usarlo en rebozados como sustitutivo al pan rallado.
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