Los estudios en animales, en especial con las llamas han sido consideradas por la comunidad científica para encontrar un tratamiento que le haga frente de manera eficaz al Covid-19. Las llamas tienen como características los nanocuerpos, que son elementos importantes para encontrar inmunidad de esta enfermedad.
Se ha demostrado que unas diminutas partículas inmunitarias producidas de la sangre de una llama podrían otorgar una amplia protección contra todas las variantes de la COVID-19, incluida Ómicron, así como 18 virus similares, según investigadores dirigidos por el Monte Sinaí de Nueva York, en los Estados Unidos.
Estos investigadores publicaron este estudio en la revista Cell Reports. En dicha investigación señalan que estas moléculas de superinmunidad, llamadas 'nanocuerpos', podrían dar inicio a un tratamiento o aerosol antiviral de acción pronta e inhalable que podría guardarse y usarse por todo el mundo para combatir la actual pandemia y virus que se lleguen a originar.
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¿Por qué las llamas y no otros animales poseen este tipo de anticuerpos?
Las llamas, los camellos y las alpacas en comparación con el resto de los animales, son los únicos en este tipo de especie que poseen sistemas inmunitarios únicos, ya que fabrican anticuerpos con una sola cadena polipeptídica en lugar de dos.
Esta construcción da lugar a anticuerpos que contienen una décima parte del tamaño de las habituales. Esto las hace muy estables y pueden unirse firmemente a los objetivos de la enfermedad. Con estas propiedades los expertos de la ciencia pueden enlazar varios nanocuerpos, de manera que si un virus intenta escapar mutando, otro nanocuerpo estará presente para detenerlo.
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“Debido a su pequeño tamaño y a su amplia actividad neutralizadora, es probable que estos nanocuerpos de camélidos sean eficaces contra futuras variantes y brotes de virus similares al SARS", indica en el estudio el doctor Yi Shi.
Resultados de estudios realizados con las llamas
El equipo de la investigación inmunizó a la llama 'Wally', con el dominio de unión al receptor (RBD) del SARS-CoV-2, el fragmento corto o pico del virus que se adhiere a la proteína de la superficie de las células humanas para entrar y propagar la infección.
Los hallazgos del experimento vieron que la inmunización repetida con el RBD hacía que 'Wally' produjera nanocuerpos que reconocían el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, y también una amplia gama de otros coronavirus, lo que los científicos llamaron como “superinmunidad”. Con este descubrimiento, el equipo aisló y validó un amplio repertorio de nanocuerpos.
“Aunque es necesario seguir investigando, creemos que los nanocuerpos ultrapotentes de amplia protección que hemos podido aislar en el laboratorio pueden aprovecharse para su uso en humanos”, subraya el doctor Shi, que realizó la mayor parte de la investigación en la Universidad de Pittsburgh antes de trasladar su laboratorio al Icahn Mount Sinai.
Con información de Europa Press.