Convivir con gatos no sólo es una experiencia agradable y enriquecedora, sino también una forma efectiva de cuidar la salud. Cada vez más investigaciones destacan cómo el vínculo entre humanos y felinos puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y hasta contribuir a una mejor salud cardiovascular.
Durante años, los gatos han sido valorados como animales independientes, misteriosos y tranquilos. Sin embargo, su impacto en la vida diaria de las personas va mucho más allá del simple entretenimiento. En una sociedad donde los niveles de ansiedad y depresión aumentan, la compañía de un gato puede marcar una diferencia significativa.
¿Cómo puede mejorar la salud física y mental el tener un gato en tu vida?
Diversos estudios, como los publicados por la Clínica Mayo y la Asociación Americana del Corazón, destacan que tener gatos está asociado a niveles más bajos de cortisol (la hormona del estrés) y una presión arterial más estable. Estas mejoras tienen efectos directos en la salud física a largo plazo.
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La compañía felina también puede disminuir sentimientos de soledad. Acariciar a un gato libera oxitocina, una hormona que fortalece los lazos afectivos y genera sensación de bienestar. Incluso, en terapias asistidas, se ha comprobado que los gatos ayudan a personas con trastornos de ansiedad, depresión o autismo a mejorar su interacción social.
El ronroneo de los gatos, más allá de su carácter relajante, emite frecuencias que oscilan entre los 25 y 150 Hz, rango que según investigadores de la Universidad de California puede ayudar en la regeneración ósea y muscular, favoreciendo así la salud física de sus cuidadores.
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Además, los gatos fomentan rutinas saludables. Aunque requieren menos cuidados que un perro, su presencia implica responsabilidad y atención diaria. Estas pequeñas tareas pueden estructurar el día de personas que trabajan desde casa o atraviesan situaciones emocionales complicadas, promoviendo la estabilidad emocional.
En resumen, los gatos no sólo llenan el hogar de ternura, también ofrecen beneficios concretos para la salud mental y física. Su presencia serena, su afecto discreto y sus hábitos relajantes los convierten en aliados silenciosos en tiempos donde cuidar la salud es más importante que nunca.