La NASA ha dado un paso histórico en las comunicaciones espaciales al demostrar que es posible enviar y recibir datos codificados en fotones láser desde cientos de millones de kilómetros de distancia. Este avance se logró gracias al sistema Deep Space Optical Communications (DSOC), probado en la misión Psyche, y marca el inicio de una nueva era en las telecomunicaciones interplanetarias.
Una hazaña tecnológica en el espacio profundo
El experimento comenzó con el Laboratorio del Telescopio de Comunicaciones Ópticas (OCTL), ubicado en las instalaciones de Table Mountain, California. Desde ahí se emitieron haces láser infrarrojos hacia la nave Psyche, equipada con un transceptor óptico de vuelo.
Lo notable es que los datos viajaron hasta 350 millones de kilómetros antes de ser recibidos en la Tierra y decodificados sin errores. Según la NASA, esto representa la primera demostración confiable de comunicaciones ópticas en el espacio profundo.
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Para recibir la señal, la agencia utilizó el Telescopio Hale de 5 metros de apertura en el Observatorio Palomar de Caltech. Este instrumento permitió captar los fotones extremadamente tenues que llegaban desde la nave. Posteriormente, los fotones fueron dirigidos a detectores superconductores de alta eficiencia y refrigerados criogénicamente, lo que hizo posible extraer la información con gran precisión.
REMITIDA / HANDOUT por NASA.
Ventajas de la comunicación con láser
El sistema funciona con longitudes de onda infrarrojas —1.064 y 1.550 nanómetros— que no son fácilmente absorbidas por la atmósfera terrestre. Esto las hace ideales para transmitir datos a grandes distancias en el espacio. En comparación con las comunicaciones por radio, la tecnología óptica ofrece una capacidad mucho mayor de transferencia de información, algo clave para futuras misiones a Marte y más allá.
