James Webb revela secretos de Júpiter que contradicen a lo encontrado por Hubble

Estos resultados no solo plantean nuevas preguntas sobre Júpiter, sino que abren la puerta a una colaboración entre telescopios y sondas espaciales.

El Telescopio Webb revela secretos ocultos del gigante gaseoso.
El Telescopio Webb revela secretos ocultos del gigante gaseoso.Créditos: Envato Elements.
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El planeta más grande del Sistema Solar no solo es una masa colosal de gas y tormentas, también es el escenario de un espectáculo cósmico de luces que haría que cualquier aurora boreal terrestre pareciera una simple linterna. Gracias al Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), astrónomos han captado detalles sin precedentes de las intensas auroras que envuelven los polos de Júpiter. Y lo que han encontrado va mucho más allá de lo esperado: luces titilantes, energía desbordante y fenómenos aún sin explicación.

Auroras cósmicas: el fenómeno de luces que electrifica Júpiter

En la Tierra, las auroras boreales y australes ya son vistas como uno de los espectáculos naturales más hermosos. Se forman cuando partículas cargadas del Sol chocan con los gases de la atmósfera cerca de los polos, haciendo que el cielo se ilumine en tonos verdes, rojos y violetas, pero en Júpiter, este proceso alcanza otra dimensión.

Las auroras jovianas son cientos de veces más brillantes y energéticas que las terrestres. Su escala es gigantesca, como todo en ese planeta. Y es que además del viento solar, Júpiter tiene su propia fuente de partículas: la luna Ío, una pequeña pero hiperactiva volcánicamente, que lanza partículas cargadas al espacio que luego terminan atrapadas por el campo magnético joviano.

Las luces danzantes observadas en Júpiter son cientos de veces más brillantes que las que se ven en la Tierra./EP

Ío: la luna volcánica que alimenta las auroras de Júpiter

Una de las grandes diferencias entre las auroras de la Tierra y las de Júpiter es que estas últimas tienen una fuente interna de energía. Ío, una de las lunas más volcánicas del sistema solar, lanza constantemente partículas a la órbita de su planeta madre. Estas partículas no solo escapan a su propia gravedad, sino que se convierten en parte de un anillo invisible de energía alrededor de Júpiter.

Cuando el campo magnético del planeta atrapa estas partículas, las acelera a velocidades impresionantes. Al impactar con la atmósfera, excitan los gases y provocan ese fulgor eléctrico que se aprecia como aurora. Todo esto sucede mientras el Webb observa pacientemente desde el espacio, con su sensibilidad única para captar incluso los más fugaces cambios de luz.

La magia del telescopio Webb: destellos segundo a segundo

El 25 de diciembre de 2023, un equipo de científicos liderado por Jonathan Nichols, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, utilizó la Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam) del Webb para observar las auroras de Júpiter. Lo que esperaban ver eran cambios leves cada 15 minutos. Pero lo que captaron fue mucho más dinámico.

Las imágenes revelaron destellos que cambiaban en segundos, una actividad frenética que nunca se había observado a ese nivel de detalle. Además, el análisis espectroscópico mostró que la emisión de H3+ (ion trihidrógeno) —una molécula clave para entender la atmósfera superior de Júpiter— es más variable de lo que se creía.

Este descubrimiento ofrece pistas sobre cómo se calienta y enfría la atmósfera del planeta a altitudes elevadas. En otras palabras, el Webb no solo está viendo luces bonitas; está ayudando a los científicos a descifrar cómo funciona uno de los entornos más extremos del sistema solar.