El cometa 3I/ATLAS ha dejado a los astrónomos rascándose la cabeza por su comportamiento tan raro. Desde el Observatorio del Teide, en Tenerife, captaron una imagen que muestra un chorro de gas y polvo apuntando directo al Sol, algo que no debería pasar, porque normalmente la cola de un cometa siempre se aleja de nuestra estrella gracias a la presión de la radiación solar.
Verlo al revés ha causado sorpresa y más de una teoría sobre lo que podría estar pasando. Lo que hace que esto sea aún más interesante es que rompe con todo lo que se creía sobre cómo funcionan los cometas. Además, que 3I/ATLAS expulse material hacia el Sol podría significar que hay procesos internos o fuerzas desconocidas dentro de su núcleo que todavía no entendemos.
Por ahora, los expertos lo están siguiendo muy de cerca para intentar descifrar estas anomalías tan inesperadas. Algunos piensan que podría ser por la forma en que se mueve o por su composición interna, diferente a otros cometas, pero aún no hay certezas. Lo que sí está claro es que este visitante interestelar llegó para romper las reglas.
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Descubrimiento del cometa
El cometa 3I/ATLAS fue identificado oficialmente el 1 de julio de 2025 gracias al sistema ATLAS en Chile, financiado por la NASA, aunque algunos telescopios del proyecto ya habían registrado su presencia a mediados de junio. Desde el principio llamó la atención porque sus cálculos orbitales demostraron que no pertenece al sistema solar y que seguirá una trayectoria que lo llevará a perderse en el espacio interestelar, ofreciendo solo esta oportunidad para observarlo.
Tamaño y masa sorprendentes
Se estima que 3I/ATLAS podría tener una masa hasta mil veces mayor que 2I/Borisov y un millón de veces más que 1I/Oumuamua. A pesar de su tamaño, mantiene una velocidad extraordinaria, lo que lo convierte en un objeto único tanto por su energía como por su magnitud.
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Composición química desconcertante
Uno de los hallazgos más sorprendentes es la emisión de níquel en plumas de gas, sin presencia de hierro, liberando varios gramos por segundo. Esta combinación produce níquel tetracarbonilo, un compuesto que en la Tierra solo se genera de forma industrial, lo que ha dejado perplejos a los científicos.
Velocidad impresionante
Este cometa se desplaza a más de 220.000 kilómetros por hora, convirtiéndolo en el más rápido de los visitantes interestelares registrados hasta ahora. Su gran velocidad dificulta su seguimiento y, a medida que se acerque al Sol, acelerará aún más, reduciendo el tiempo que permanecerá visible desde nuestro planeta, lo que obliga a los astrónomos a ser rápidos en sus observaciones.
Una cola que apunta al sol
Las imágenes del Observatorio del Teide muestran que parte del polvo y gas del cometa apunta hacia el Sol, en vez de alejarse de él como es habitual. Este fenómeno, conocido como anticola, rompe con las leyes típicas de la dinámica cometaria y ha provocado un intenso debate entre los astrónomos sobre su origen.
Posible origen antiguo
Algunos expertos sugieren que este cometa viene del disco grueso de la Vía Láctea, una región poblada por estrellas muy antiguas. Si es así, 3I/ATLAS estaría formado por materiales que existían antes de la creación del Sol, lo que lo convierte en un verdadero fósil cósmico capaz de contarnos historias del universo temprano.
Actividad extraña
Aunque 3I/ATLAS tiene un núcleo helado que libera polvo y gas, su comportamiento no coincide del todo con lo que conocemos de los cometas. Los análisis muestran que contiene menos agua de lo habitual y que su polvo es similar al de meteoritos ricos en carbono, lo que sugiere que se originó en un entorno muy distinto al del sistema solar.