INVESTIGACIÓN

¿Por qué no me dan ganas de hacer ejercicio? Científicos descubren la solución

De acuerdo con un estudio, existe un “interruptor” que estimula, o frena, las ganas de hacer deporte.

Los investigadores demostraron que el propio músculo es quien regula el interés o las ganas de hacer ejercicio.
Los investigadores demostraron que el propio músculo es quien regula el interés o las ganas de hacer ejercicio. Créditos: Freepik
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Si te has llegado a preguntar por qué a veces no tienes la inspiración o el ánimo de realizar una actividad física, la siguiente información es para ti. A continuación te contamos que científicos descubrieron cómo puedes tener más ganas de hacer ejercicio.

Un estudio, el cual se publicó en la revista Sciences Advances, tuvo hallazgos que pueden ser fundamentales para el diseño de estrategias que permitan a las personas tener más disposición de practicar algún deporte o hacer ejercicio.

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¿Cómo puedo tener más ganas de hacer ejercicio?

De acuerdo con la investigación encabezada por Guapalupe Sabio del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Leticia Herrera y Cintia Folgueira del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), existe un “interruptor”  que estimula, o frena, las ganas de hacer deporte.

Dicho interruptor consiste en dos proteínas que accionan el área del cerebro que controla el movimiento e incitan a estar más activos. Cabe destacar que en las personas que tienen obesidad se expresan con valores más bajos.

Este descubrimiento puede ser la base para diseñar fármacos que predispongan al ejercicio y para elaborar planes de entrenamiento personalizados. 

Los científicos demostraron que el propio músculo es quien regula el interés o las ganas de hacer ejercicio. Esto se logra mediante una vía de señalización entre el músculo y el cerebro que no se conocía hasta ahora, la cual es una de las que determinan que cuando una persona hace ejercicio tenga el impulso de hacer todavía más.

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Este mecanismo de las proteínas producidas por el músculo con el ejercicio también evita que el deseo de ejercitarse no perjudique al propio cuerpo. Además, el entrenamiento hace que las ganas de hacer más ejercicio permanezcan; incluso en animales con una dieta alta en grasas y obesidad, el ejercicio constante mostró beneficios porque mejoró su metabolismo y redujo la tendencia a la diabetes y a la acumulación de grasas.

Es así como los científicos descubrieron el origen de ese fenómeno de no tener ganas de hacer ejercicio y la solución es encontrar la mejor estrategia para tu organismo.

Con información de EFE.