En un espectáculo cósmico impresionante, el Sol lanzó dos poderosas erupciones en un corto lapso, coincidiendo con el máximo de actividad en el actual ciclo solar de 11 años. Estos eventos fueron registrados por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA.
La primera llamarada alcanzó su punto máximo a las 11:07 UTC del 21 de febrero, seguida por una segunda erupción que registró su máximo a las 06:32 UTC del 22 de febrero.
Ambas, de acuerdo con la agencia de noticias Europa Press, fueron capturadas en imágenes por el SDO, destacando el brillo intenso en el área superior izquierda del Sol en una gama de luz ultravioleta extrema, coloreada en verde azulado.
Te podría interesar
¿Cómo afectan las llamaradas del Sol?
Clasificadas como X1.8 y X1.7 respectivamente, estas erupciones solares son eventos de gran intensidad que pueden tener repercusiones en las comunicaciones por radio, redes eléctricas, sistemas de navegación y representar riesgos para naves espaciales y astronautas.
Las llamaradas solares son explosiones de energía provocadas por alteraciones en los campos magnéticos del Sol, que pueden liberar radiación de alta energía y grandes cantidades de plasma magnetizado al espacio exterior.
Te podría interesar
Estos fenómenos pueden causar daños significativos a infraestructuras tecnológicas aquí en la Tierra y en órbita.
El ciclo solar, que se produce cada 11 años, es impulsado por un mecanismo de dinamo en el interior del Sol, que involucra flujos de plasma y convección para generar campos magnéticos que se manifiestan en la superficie como manchas solares.
Este ciclo incluye un aumento y disminución en la intensidad de la actividad solar, con intercambios de los polos magnéticos norte y sur del Sol.
Aunque los científicos han observado este ciclo durante siglos, predecir cuándo ocurrirá el próximo pico de actividad sigue siendo un desafío. Sin embargo, la continua observación y estudio del Sol nos brinda información vital sobre la naturaleza del universo y nos ayuda a prepararnos para posibles impactos en nuestro planeta y en el espacio cercano, según la NASA. / Con información de Europa Press