Un nuevo estudio señala que el Ártico podría enfrentar su primer verano casi sin hielo más pronto de lo que esperábamos, un indicador alarmante del impacto del cambio climático.
Investigadores internacionales, incluidos especialistas de la Universidad de Colorado y la Universidad de Gotemburgo, utilizaron modelos computacionales avanzados para anticipar este fenómeno.
Según los científicos, la pérdida del hielo marino en la zona no solo afectará su ecosistema, sino también el clima global, alterando patrones meteorológicos clave.
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Desde 1978, el hielo marino del Ártico ha disminuido más del 12 por ciento por década debido al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En septiembre de este año, el National Snow and Ice Data Center registró 4.28 millones de kilómetros cuadrados de hielo. Es uno de los niveles más bajos desde que comenzaron las mediciones, aunque aún por encima del mínimo histórico de 2012.
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Los expertos consideran que la región estará libre de hielo cuando su cobertura caiga por debajo de 1 millón de kilómetros cuadrados.
¿Cuándo se quedará el Ártico sin hielo?
El equipo de investigación estimó el momento del primer día sin hielo para 2027, basándose en más de 300 simulaciones.
Los resultados sugieren que este fenómeno podría ocurrir en tres años, independientemente de los esfuerzos humanos por reducir emisiones.
Condiciones extremas como otoños inusualmente cálidos seguidos de inviernos suaves en la zona podrían acelerar la desaparición del hielo.
¿Qué consecuencias conlleva?
La desaparición del hielo marino tiene implicaciones globales. Menos hielo significa que las aguas oscuras del océano absorberán más calor, intensificando el calentamiento en la región.
También alterará los vientos y corrientes oceánicas, lo que podría provocar fenómenos meteorológicos extremos a nivel mundial.
¿Qué se puede hacer?
Aunque el panorama es preocupante, los científicos destacan que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podría retrasar el impacto.
Cada acción hacia la mitigación del cambio climático contribuiría a preservar el hielo marino en la región y limitar los daños a largo plazo.
El Ártico es un termómetro del estado de la Tierra, y su protección es crucial para el equilibrio climático global. / Con información de Europa Press