En el cierre del viejo año y el inicio del Año Nuevo 2025 viene el balance de lo logado y las metas para los siguientes 12 meses, pero ¿por qué no cumplimos nuestros propósitos de nuevo año?, esto dice la ciencia.
No es malo tener propósitos, lo malo es que muchas veces las olvidamos o no las cumplimos por el ritmo de vida que llevamos actualmente o por la poca constancia que tenemos o por ambos factores.
El no cumplir con nuestros propósitos de Año Nuevo tiene que ver con distintos factores, pero el principal tiene relación con la forma en que los planteamos, ya que muchas veces los objetivos que nos proponemos no tienen un sustento, es decir carecen de un por qué y un para qué, según la Facultad de Psicología de la UNAM.
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¿Por qué no cumplimos nuestros propósitos?
María Martina Jurado Baizabal, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM, lo explica.
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“Cuando nos ponemos propósitos, lo hacemos con mucho ánimo, entusiasmo y energía. Estamos con la determinación de ‘sí lo voy a hacer, lo voy a lograr’, pero no somos conscientes de lo que a veces implica alcanzar esa meta y comprometerse plenamente para obtenerla. Es necesario saber qué repercusiones tendrá en mi vida cotidiana llevar a cabo lo que me estoy proponiendo como meta y cómo lo voy a hacer, para ello necesito establecer estrategias específicas para alcanzar lo que quiero”, dijo la especialista para la revista UNAM Global.
En este sentido, destacó que una nula o mala planeación, fracasar en cumplir un propósito tiene que ver con la falta de disposición: un factor que “suele dar pie a miles de pretextos”.
“Los humanos a veces nos derrotamos fácilmente. Debemos entender que cualquier nuevo proceso o hábito que adquiramos, necesita tiempo y constancia para establecerse, tener conciencia de que nos va a costar trabajo y en ocasiones debemos eliminar conductas que están arraigadas desde hace tiempo y que son contrarias a lo que quiero lograr”, dijo.
Según un estudio de la Universidad de Scranton en Pensilvania, el 73 por ciento de la población mantiene sus propósitos durante la primera semana; posteriormente esa cifra cae a 64 por ciento tras el primer mes; después de tres meses, disminuye al 50 por ciento y llegando a los seis, resta sólo el 46 por ciento.
Finalmente, a fin de año solamente el 19 por ciento de la población logra lo que se propuso al inicio del año.
Procrastinar: una posible causa
Entre otros factores que explica la especialista se encuentra una acción ante los retos.
Se trata de un factor que obstaculiza el cumplimiento de las metas que nos fijamos a inicios de año, y que en los últimos años ha tomado relevancia, el procrastinar.
Procrastinar quiere decir “aplazar un trabajo o una obligación” o, en este caso, un propósito y Jurado Baizabal indicó que en nuestra vida hay procesos pequeños que no cumplimos y vamos postergando por este factor que es muy negativo, “ya que afecta nuestra autoestima, nos sentimos incapaces y nos entra la culpa, depresión y ansiedad”.
No cumplir con los propósitos que nos fijamos a inicios de año trae repercusiones negativas, como una baja autoestima, frustración, incertidumbre y ansiedad, entre otras.
En el cierre del viejo año y el inicio del Año Nuevo 2025 viene el balance de lo logado y las metas para los siguientes 12 meses, pero ¿por qué no cumplimos nuestros propósitos de nuevo año?, ahora ya sabes lo que dice la ciencia al respecto.