ChatGPT sigue en un papel bastante polémico, más allá de los avances tecnológicos, volvió a recordarnos, en cierta medida, lo que pasó en la Primera Revolución Industrial con la suplantación del trabajo humano por el de las máquinas.
Y esto tiene que ver por las repercusiones que ha tenido el avance la Inteligencia Artificial (IA) en todo el mundo, en especial, con la creación de contenidos audiovisuales e informativos, y aunque la organización OpenAI había puesto en marcha una manera para detectar creaciones “articiales”, esto, se ya se vino abajo.
Recientemente—y muy por debajo del agua—OpenAI decidió cerrar su herramienta que podía detectar si un texto estaba hecho con ChatGPT o no.
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Lo anterior se supo gracias a la actualización del post que publicaron a través de su blog a principios de año donde dieron a conocer la plataforma antes mencionada.
¿Las razones? El cambio radica en la supuesta falta de exactitud a la hora corroborar y comparar los textos entre una creación propia, y otra hecha por IA.
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El cambio de OpenAI sólo aplicará en los textos
OpenAi decidirá centrarse únicamente en los audios y videos que se creen a partir de ChatGPT, luego del acuerdo que logró la compañía junto con Google Microsoft y Meta, donde se comprometieron a tener un sistema de marca de agua para los contenidos generados con IA en este rubro.
Desde que ChatGPT se popularizó el noviembre pasado, Microsoft y Google empezaron la carrera por convertirse en el chatbot de referencia y lanzaron Bing y Bard, respectivamente. El chatbot de Google también se puede usar desde el buscador de Microsoft, Edge.