Dos estrellas masivas están cerca de convertirse en agujeros negros, y es que se tocan en una galaxia vecina, por lo que eventualmente chocarán entre sí, generando ondas en el tejido del espacio-tiempo.
El estudio lo realizó la University College London y la Universidad de Postdam y se aceptó para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics.
En él, se analizó una estrella binaria conocida, es decir, dos estrellas que orbitan alrededor de un centro de gravedad común, estudiando la luz que se obtuvo de una variedad de telescopios terrestres y espaciales.
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Los investigadores encontraron que las estrellas, que se encuentran en una galaxia enana vecina llamada Pequeña Nube de Magallanes, están en contacto parcial e intercambian material entre sí, con una estrella actualmente "alimentándose" de la otra.
Se orbitan entre sí cada tres días y son las estrellas en contacto más masivas observadas hasta ahora.
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Así se convertirán las estrellas masivas en agujeros negros, según la ciencia
Comparando los resultados de sus observaciones con los modelos teóricos de la evolución de las estrellas binarias, se descubrió que, en el modelo de mejor ajuste, la estrella de la que se está alimentando en ese momento se convertirá en un agujero negro.
Posteriormente, se alimentará de su estrella compañera y la sobreviviente se convertirá en un agujero negro poco después.
Estos se formarán en solo un par de millones de años, pero luego se orbitarán entre sí durante miles de millones de años antes de chocar con tal fuerza que generarán ondas gravitacionales.
Se trata de ondas en el tejido del espacio-tiempo, que teóricamente podrían detectarse con instrumentos en la Tierra.
Los agujeros negros que los astrónomos ven fusionarse hoy se formaron hace miles de millones de años, cuando el Universo tenía niveles más bajos de hierro y otros elementos más pesados.