La experta detalló que es conveniente prescribir estos medicamentos desde que una persona es diagnosticada con diabetes y no esperarse una década a que la enfermedad evolucione para entonces comenzar a cuidar del paciente.
“Y terapia intensiva yo la puedo conseguir con combinaciones de hipoglucemiantes orales, o puedo conseguirla con insulinización temprana o puedo conseguirla con insulina más hipoglucemiantes orales, pero la cosa es hacer un tratamiento intensivo desde el inicio, el traje a la medida”, comentó.
Agregó que la dosis farmacológica suministrada al diabético puede ser reducida si llevan a cabo el tratamiento con apego y adoptan buenos hábitos alimenticios, actividad física, así como si no fuman ni beben alcohol.
La especialista y su equipo de trabajo, conformado por el investigador de la ESM Feliciano Tamay Cach, la estudiante de doctorado Maritza Martínez Venegas y la maestra en ciencias en farmacología Stephanie Talía Méndez Morales, evalúan los efectos sobre tres vías: el estrés oxidativo, el daño endotelial y la inflamación.
Por ahora, los politécnicos realizan este trabajo en colaboración con el Hospital Central Norte de Petróleos Mexicanos, en donde prueban la terapia intensiva en pacientes diagnosticados hace cinco años o menos, porque en ocasiones la detección se da tiempo después.