Durante décadas, el huevo ocupó un lugar polémico en la mesa del desayuno. Su relación con el colesterol y los posibles riesgos para la salud cardiovascular lo convirtieron en un alimento rodeado de dudas, por lo que aquí te decimos sus beneficios y cantidad ideal recomendada.
En los últimos años, nuevas investigaciones han cambiado la percepción general: hoy, especialistas y centros de salud lo consideran una opción versátil, nutritiva y segura, siempre que se consuma con moderación y acompañado de otros alimentos saludables.
¿Cuáles son los beneficios de consumir huevo?
Por su versatilidad, el huevo es uno de los ingredientes más presentes en la primera comida del día, ya sea revuelto, cocido, pochado o frito. De acuerdo con Keck Medicine de la University of Southern California, aporta proteínas de alta calidad, calcio, zinc, fósforo, vitamina B12, vitamina D y grasas saludables.
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El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) calcula que un huevo grande contiene alrededor de 70 calorías, aunque esta cifra varía según el tamaño: un huevo pequeño tiene unas 54 calorías, mientras que un huevo jumbo alcanza hasta 90.
Pese a contener colesterol, estudios recientes sostienen que su consumo moderado no representa un riesgo para personas sanas. Por el contrario, puede contribuir a elevar el colesterol HDL, conocido como “colesterol bueno”.
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Entre sus ventajas adicionales destacan la protección de la salud ocular gracias a sus antioxidantes, el aporte de aminoácidos esenciales y su capacidad para generar saciedad, lo que lo convierte en un aliado en dietas de control de peso. Mayo Clinic subraya que el huevo en el desayuno resulta particularmente recomendable para quienes buscan bajar de peso, debido a que ayuda a reducir el consumo posterior de carbohidratos.
El huevo y la salud del corazón
Durante años, la relación entre el huevo y las enfermedades cardiovasculares generó alarma. No obstante, investigaciones recientes desmontan esos temores.
La Escuela de Salud Pública de Harvard coincide en que un huevo diario no representa un riesgo para adultos sanos. No obstante, quienes padecen diabetes o enfermedad cardiovascular deben consultar a su médico antes de incluirlo de forma regular en su dieta.
¿Cuál es la preparación adecuada?
El modo de cocción influye de manera directa en los beneficios del huevo. Por ejemplo, dos claras revueltas contienen 34 calorías, nada de grasa ni colesterol, pero sí 7 gramos de proteína. En contraste, dos huevos fritos suman 180 calorías, 14 gramos de grasa y 420 miligramos de colesterol.
De ahí la importancia de cómo se prepara y con qué se combina. Los especialistas recomiendan acompañarlo con vegetales, pan integral y lácteos bajos en grasa, lo que asegura un desayuno equilibrado y rico en fibra, vitaminas y minerales.
Así, el huevo ha pasado de ser un alimento cuestionado a convertirse en un aliado del bienestar. Consumido con equilibrio, puede seguir ocupando un lugar central en la mesa del desayuno sin culpa, aportando energía, saciedad y nutrientes esenciales para comenzar el día.